El Moto Club Segre rompe con la Catalana

El Moto Club Segre, la entidad con más licencias federativas de motociclismo de España, por encima de las 300, ha roto definitivamente relaciones con la Federación Catalana por fuertes discrepancias con su presidente, Josep Maria Mañé. El club no considera razonable que no se apoye económicamente a los clubes a la hora de organizar pruebas, que en su gran mayoría son deficitarias, ni en el mantenimiento de los circuitos. Es por ello que el Moto Club Segre ha renunciado a la única prueba autonómica que tenía calendada este año, el Catalán absoluto de motocross, prevista para el próximo 24 de abril, dado que ya hacía dos años que no organizaba ninguna prueba catalana en los trazados de Ponts y Rufea por este mismo motivo.

Por el contrario, este año tiene dos pruebas del Estatal, una de motocross en Bellpuig y la de Hard Enduro que se celebró en La Clua el pasado mes de enero. “Hace años tuvimos que adecuar los circuitos a una serie de exigencias de la Catalana que pocos clubes cumplieron, y eso nos supuso un gasto y también un mantenimiento que, además, coincidió con que dejaron de dar las ayudas para este fin (aportaban unos 1.500 euros anuales)”, explicó su presidente, Lluís Capdevila, que calificó la actitud de Mañé, que en el pasado llegó a ser el directivo del club, de “prepotente y chulesca”. “Ha sido un factor determinante.

Siempre nos hemos adaptado a todo, pero su comportamiento no es el adecuado cuando hemos aportado tanto al motociclismo”, lamentó.Josep María Pascuet, vicepresidente del Moto Club Segre, fue más allá y dijo que Mané “nos utilizó en su día para llegar hasta la Catalana, ha abusado del club”, y calificó su mandado de “dictatorial. Deportivamente está siendo un desastre”. El directivo responsable de la sección de Ponts también fue muy crítico con el nivel de organización de muchas de las pruebas, que no cumplen unos mínimos. “No estamos dispuestos a bajar el nivel de las carreras porque no queremos correr riesgos. Con la seguridad de los pilotos no se juega y más siendo circuitos municipales”, apuntó.

El delegado en Lleida se plantea dimitir por esta confrontación

Manel Sirera, delegado de la Catalana en Lleida, se está planteando presentar su dimisión por el enfrentamiento entre el ente federativo y el Moto Club Segre, una situación en la que ha intentado mediar sin éxito. “Hay una confrontación con el presidente de la Catalana que diría que ya ha traspasado a lo personal. He intentado por activa y por pasiva buscar un acercamiento entre las partes, pero no tengo poder de decisión”, apuntó Sirera, que ve las demandas del club “razonables”. También está molesto con la Catalana por no atender alguna de sus propuestas, entre ellas la del Campeonato Provincial de motocross, que por segundo año consecutivo no se va a disputar porque la federación quería que la Diputación le otorgara una subvención sin antes justificar los gastos.