OLIMPISMO INTERNACIONAL
El leridano Sergi Jurado, en las 'sordolimpiadas' de Brasil
Afirma que “es mi forma de dar visibilidad a una discapacidad invisible”
El ciclista leridano Sergi Jurado es uno de los 15 deportistas que forman la representación de España en los Deaflympics de Brasil, las ‘sordolimpiadas” que se celebran del 1 al 15 de mayo en la localidad de Caxias do Sul. En este evento, cuya primera edición fue en París en 1924, en la que fue la primera participación de atletas con discapacidad en una competición deportiva internacional, compiten unos 6.000 deportistas de 109 países. Jurado participará en las modalidades de crono (día 4), ruta (día 6) y puntuación individual (día 8) y explica, antes de partir mañana hacia Brasil que “mi objetivo es conseguir una medalla, pero hay que ser consciente de que países como Japón o Estados Unidos tienen grandes ciclistas y son los favoritos”.
Jurado también le da un valor reivindicativo: “para mí ya es un premio poder participar y demostrar de esta manera a los niños y jóvenes de la comunidad de sordos y con otras capacidades que se puede hacer deporte. Es mi forma de dar visibilidad a una discapacidad invisible”, añade. “Llegar hasta aquí ha requerido mucho trabajo con muchas horas de entrenamientos difíciles de compaginar con los estudios y con la carrera. Durante años he practicado el triatlón, que requería entrenos de bici, natación y carrera. Pero el triatlón no está dentro de los Juegosolímpicos para sordos, por lo que decidí estos dos últimos años dedicarme de pleno al ciclismo para prepararme, clasificarme y así poder participar”.
Y aunque valora que “mi sordera no me ha impedido llegar a participar en campeonatos de España en categoría Elite en triatlón a pesar de no oír”, recuerda que “la sordera no se considera discapacidad física. No se nos considera para atletas y tenemos que participar con todos. Cuando competía en triatlón no oía la llamada, la bocina, las indicaciones...”. En cambio, en los Juegos Sordolímpicos “no se puede participar con prótesis auditivas y todas las señales acústicas se sustituyen por señales visuales. Así, por ejemplo, el silbato del árbitro en el fútbol se sustituye por un banderín o, en natación y atetismo, la señal de salida es luminosa” e insiste en que “estar aquí es el premio al trabajo de muchos años”.