Descubrir el arte en la jubilación

El patio de la casa de Juan Roig en Ciutat Jardí es particular y es que cuenta con más de 200 esculturas creadas y pintadas por él mismo que se distribuyen por todo el espacio que ocupa el jardín. A sus 72 años, Roig confiesa que desde pequeño le habían llamado la atención las figuras de porcelana y de hierro forjado, pero no fue hasta hace 10 años, al cerrar la granja de vacas lecheras que tenía en la partida de Alpicat y jubilarse, cuando decidió que serían elementos decorativos de la zona exterior de su casa. De la antigua granja todavía conserva parte de los corrales y un pozo de agua, que se fusionan con unas casetas de madera hechas por el propio Roig, y decoraciones creadas a partir de elementos naturales y distintos objetos que tenía guardados en casa como las bicicletas de sus hijas o herramientas agrícolas como máquinas de segar o azadas.

“Comencé recogiendo troncos de olivo que llevaban tirados cerca de casa más de 40 años; después pasé a utilizar piedras del río Segre que elegía yo personalmente y las traía en la furgoneta. Más tarde empecé a ir al rastro que montaban en Les Borges Blanques y allí encontré muchas de las figuras que están en el jardín”, explicó Roig a este periódico. Este ganadero natural del Port del Cantó, entre Sort y La Seu d’Urgell, es consciente de que para algunas personas estos objetos pueden parecer excesivos, pero asegura a menudo llaman la atención de los vecinos que pasean por la zona de Ciutat Jardí, y señala que en más de una ocasión le han llamado al timbre para visitarlos e incluso hay quien le trae figuras para que pasen a formar parte de la colección.