Pérez reina en Mónaco

El mexicano Sergio Pérez (Red Bull) se benefició de la estrategia de carrera de su equipo para llevarse el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, séptima prueba del Mundial, que se redujo en vueltas por dos banderas rojas y en la que el Carlos Sainz (Ferrari) fue segundo y Max Verstepen, tercero. El gran derrotado de la jornada fue el monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que fue víctima una vez más de la mala suerte en su casa. Salía en la pole, pero una mala estrategia para cambiar de ruedas de mojado a las de seco le hizo caer hasta la cuarta plaza.

Después de más de una hora de retraso por la lluvia, dos banderas rojas y numerosos coches de seguridad, la carrera se acabó por límite de tiempo, con los dos Ferrari y los dos Red Bull agrupados. Pérez lideraba el grupo y supo resistir a los ataques de Sainz, pese al desgaste de sus neumáticos, para llevarse su tercer triunfo en Fórmula 1. Por su parte, Fernando Alonso (Alpine) se mantuvo en su posición de inicio, la séptima, aunque le costó trabajo.

El asturiano rodó a un ritmo muy lento en la segunda parte de la carrera, pero pudo aguantar detrás a Lewis Hamilton (Mercedes), que intentó pasarle hasta el final sin éxito y quedó octavo.La prueba del Principado comenzó con sobresalto. La lluvia provocó que los pilotos partieran detrás del coche de seguridad hasta que se mostró la bandera roja porque la lluvia aumento en intensidad. Cuando arrancó la prueba, Leclerc metió la directa y abrió brecha respecto a Sainz, que mantenía a Pérez y Verstappen detrás.

El mexicano fue el primero en entrar a boxes en la vuelta 17 para calzar intermedios. Firmó una buena parada y adelantó a Leclerc (Ferrari), que paró poco después. Sainz alargó la parada y cambió de neumáticos de mojado directamente a duros a las 22 vueltas, para ponerse segundo.

Leclerc paró acto seguido por segunda vez y se mostró enfadadísimo por radio con su equipo, ya que su parada le situó cuarto, también por detrás de Verstappen, quien también cambió a duros.Un accidente de Mick Schumacher (Haas) provocó la segunda bandera roja de la jornada y tras la relanzada, Pérez bloqueó sus neumáticos en una frenada. Eso provocó que el mexicano impusiera un ritmo lento para frenar el desgaste y tuviera que resistir la presión de Carlos Sainz para llevarse el Gran Premio.