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El ICG Força Lleida desaprovecha el segundo 'match ball' contra el Cáceres y el Barris Nord dictará sentencia
El ICG Força Lleida también desaprovecha el segundo 'match ball' y la eliminatoria se decidirá en el Barris Nord || El ambiente hostil le acabó afectando
El cuarto pasaporte para la Final Four del play off se decidirá el próximo viernes en el Barris Nord después de que el ICG Força Lleida desaprovechara ayer el segundo ‘match ball’ ante un Cáceres que volvió a superarle en intensidad y ganas. Los leridanos comenzaron bien, pero se fueron diluyendo y acabaron cediendo por 79-73 en un final muy tenso, con Carrera encarándose con una afición local que no paró de insultarle durante todo el partido. Lo había avisado Gerard Encuentra en la víspera, que su equipo tenía que igualar esa energía y esas ganas que puso su rival el viernes para tener opciones de ganar.
De entrada pareció que el mensaje había calado en sus jugadores, porque de inicio se vio a un equipo mucho más metido en faena. Prueba de ello es que el Roberto Blanco tuvo que parar el encuentro cuando solo habían transcurrido tres minutos y medio porque estaba ya ocho puntos abajo tras un parcial de salida de 5-13 ante un ICG Lleida muy coral.La defensa leridana estaba cortocircuitando el ataque extremeño, que atrás se veía incapaz de parar el vendaval de juego ofensivo. Los de Gerard Encuentra movían con fluidez el balón y encontraban con facilidad tiros liberados desde más allá de los 6,75, desde donde acribillaron el aro Juani Marcos, en dos ocasiones, y Hughes, en una.
No le funcionó el tiempo muerto al técnico local, que vio como en la jugada posterior el estadounidense robaba un balón y se colgaba del aro para situar otra máxima renta, ahora de diez puntos (5-15, m.6).Esa fue la máxima que tendría en todo el partido, ya que a partir de ese momento empezó a flojear el Força Lleida a raíz de varias pérdidas de balón no forzadas que el Cáceres castigó para reducir la desventaja hasta los cuatro puntos (18-22), obligando a Encuentra a parar el partido. Un triple de Lafuente ayudó a frenar la caída (19-25), pero el arranque de tercer cuarto no fue nada bueno. La intensidad defensiva había caído en picado, así como el juego colectivo, y en plena efervescencia local apareció Lobo para darle la vuelta al partido (29-28) con dos triples, ayudado por un Olaizola que se hizo grande en el pintura, donde apenas apareció Badji.
Los cacereños llegaron a gozar de tres puntos de renta gracias a un parcial de 6-0, coincidiendo con el tercer triple de Schmidt (35-32, m.17), de nuevo el catalizador del juego local. Carrera, que aguantó casi todo el segundo periodo con dos faltas, cortó la sangría con un triple –sus primeros puntos en el partido–, al que siguió otro de un infalible Marcos, el cuarto de la noche sin error (35-38). Blanco volvió a pedir tiempo y el Cáceres logró llegar al descanso con las espadas en todo lo alto (39-40) ante un ICG Lleida que se había desvanecido tras un prometedor arranque.A la vuelta de los vestuarios los nervios empezaron a aflorar y ambos equipos rivalizaron en imprecisiones y pérdidas, de ahí que el marcador se mantuviera en todo momento igualado, sin que ninguno de los dos lograra ventajas cómodas.
Un mate de Hughes tras robo de balón de Badji y dos tiros libres del estadounidense situaron cinco puntos arriba al Força Lleida (52-57) en un momento que pudo ser clave para romper el partido, pero un par de imprecisiones lo evitaron (55-60). Igual que en el arranque del último asalto, cuando los leridanos permitieron demasiadas segundas opciones a un Cáceres que se creció arropado por una afición encendida. Otra pérdida absurda de Huhges la aprovechó Lobo, clave en la reacción extremeña en este periodo, para empatar a 62.
Encuentra pidió tiempo muerto pero su equipo ya se empezó a desconectar. Cinco puntos de Belemene y un triple de Lobo pusieron el partido cuesta arriba (70-64) a tres minutos del final. Encuentra volvió a parar el partido, pero ya no sirvió de nada. El Cáceres, que tuvo más mordiente, acabó sellando la victoria desde el tiro libre para forzar el desempate.
Carrera, cuando se dirigía al vestuario saludando a la afición que le insultaba, fue empujado por un policía