Diez años sin el verdiblanco leridano Miki Roqué
Jugó poco y dejó una huella profunda en el beticismo, que en todos los partidos en el Benito Villamarín lo recuerda en el minuto 26, el dorsal que portó en sus catorce partidos con el primer equipo verdiblanco Miki Roqué, de cuya muerte se cumplen este viernes diez años.
'Diez años desde que te marchaste para brillar en el cuarto anillo. Te echamos mucho de menos, Miki', recuerda hoy en sus redes sociales el Betis, club con el que el central catalán jugó doce partidos de Liga en los que anotó dos goles, uno al Girona y otro al Alcorcón, y dos de Copa Rey.
Miki Roqué, nacido el 8 de julio de 1988 en Tremp, se formó en las categorías inferiores del Lleida hasta que en edad juvenil lo fichó el Liverpool, con el que llegó a debutar con 17 años de la mano de Rafa Benítez en un partido de la Liga de Campeones ante el Galatasaray.
Recaló en el Betis en 2009 tras varias cesiones en el Oldham Athletic, Xerez y Cartagena, y tras una temporada y media en el filial verdiblanco, debutó en el primer equipo bético de la mano de Pepe Mel en octubre de 2010, ante Las Palmas, en Segunda División.
Pocos meses después, el 11 de marzo de 2011, el defensa catalán anunció su retirada del fútbol debido a un tumor maligno en la pelvis, enfermedad que no superó a pesar de la intervención quirúrgica a la que se sometió y de la que murió en una clínica de Barcelona a los 23 años.
El mundo del fútbol, excepto la UEFA que prohibió brazaletes negros y un minuto de silencio en el España-Portugal de semifinales de la Eurocopa 2012, se volcó de forma multitudinaria en su funeral y entierro en Tremp y lo recuerda todos los años en el día de San Juan: lo béticos lo hacen en el Villamarín en el '26' para honrar su dorsal.