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BALONCESTO ENTREVISTA

Bernat Canut: «Espero volver»

Bernat Canut abandona el Cadí y La Seu d’Urgell, su ciudad natal, para liderar un proyecto ambicioso en el Girona, uno de los grandes.

Bernat Canut abandona el Cadí y La Seu d’Urgell, su ciudad natal, para liderar un proyecto ambicioso en el Girona, uno de los grandes.CYNTHIA SANS

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Después de cinco temporadas al frente del equipo, era el momento de cambiar de aires.

Sí, creo que al final son sensaciones que uno siente y yo tenía claro que era el momento idóneo de cerrar esta etapa y probar una experiencia nueva. Es lo que sentía desde hacía tiempo, por eso ya se lo había comunicado al club meses atrás.

Ha estado al lado de tres entrenadores, ¿de quién ha aprendido más?

Es muy complicado porque todo es muy subjetivo. Siempre lo he dicho, he tenido la suerte de haber aprendido muchos aspectos diferentes de cada entrenador. Diría que a nivel de funcionamiento aprendí mucho de Andreu Bou; de metodología de trabajo a nivel técnico y de defensa de Miguel Ángel Ortega; y después de lectura de partido y cómo actuar según lo que estás viendo en la pista posiblemente del que más he aprendido ha sido de Joan Carles Pié. No puedo decir de quién he aprendido más, porque de todos ellos he aprendido mucho.

¿Ha habido más presión por ser de la casa y de La Seu?

Realmente es una de las cosas que he aprendido durante estos años, porque al final la presión se la pone uno mismo, y estoy contento de cómo lo he llevado. Evidentemente estar en casa y llevar un equipo profesional siendo tan joven siempre te autoimpone una presión extra, pero he aprendido a gestionarlo.

¿Cuál es la clave del éxito de las últimas temporadas en el Cadí?

No la conozco. Se ha ganado y se ha perdido con todos los estilos posibles. Si tuviera que destacar alguna cosa diría que una parte importante del éxito es que el equipo ha tenido identidad, ha estado formado por jugadoras que sentían el proyecto y que entiendan la idiosincrasia del club. En eso he sido muy afortunado estos años.

¿De qué está más satisfecho?

De haber creado o mantenido este grupo de jugadoras, que nos han ayudado muchísimo a consolidar el proyecto y a no comenzarlo absolutamente de cero cada año. Esto me hace sentir muy orgulloso.

¿Y a nivel deportivo?

De dos cosas. Primero, de la tercera posición lograda esta temporada y de la cuarta de hace tres años, que creo que es lo más complicado que hemos conseguido a nivel de resultados, porque se necesita mucha constancia y batallar contra equipos muy superiores a ti en lo que hace referencia a presupuesto y potencial. Y segundo, de haber llevado al club tanto a la Copa de la Reina como a la Eurocup. Hemos dado pasos adelante y estoy muy satisfecho de irme dejando el club con plaza europea.

¿Qué le hubiera gustado lograr y no ha podido ser?

Sinceramente, no tenía ninguna de estas expectativas cuando comencé la primera temporada. Estoy muy contento de cómo ha ido todo, con la participación en tres Copas de la Reina, en dos play offs, que hubieran sido tres de no haberse cancelado la Liga por la pandemia, y por la tercera clasificación para la Eurocup. Hemos estado muy por encima de lo que uno se podía imaginar o soñar cinco años atrás.

Deja el Cadí por uno de los considerados ‘grandes’, el Girona, un salto importante con retos muy diferentes a los que estaba acostumbrado.

Sí, al final ha surgido esta oportunidad. La verdad es que no me imaginaba seguir en la Liga Femenina, pero el Girona se ha mostrado muy seguro y convencido de que me quería como entrenador y eso también me ha acabado de convencer. Estoy cerca de casa, en un club grande y con aspiraciones altas. A veces me hablan de presión, pero no tendré ni más ni menos que en el Cadí, porque cada equipo lucha por sus objetivos y en este mundo profesional siempre hay momentos buenos y malos que hay que saber gestionar.

La presión por ganar algún título va a estar ahí.

Evidentemente, pero al final es importante saber aislarse del entorno y no pensar hasta dónde seremos capaces de llegar, sino en preparar bien el equipo, acabar de confeccionar la plantilla y preparar la pretemporada para conseguir ser lo máximo de competitivos posible, intentar que las jugadoras sean felices, que estén a gusto, que se crean el proyecto, que tengan ganas de trabajar y seguramente, si lo conseguimos, estaremos más cerca de lo que me pide la presión, que es que gane algún título. No miro el destino, sino el primer paso a dar.

Ha fichado solo por una temporada. ¿Decisión del club o suya?

Es lo que he hecho todas las temporadas en el Cadí y me gusta seguir así.

¿Cuándo fueron los primeros contactos con el Girona?

Me sondearon, a través de mi agente, en el mes de marzo, pero fue una simple consulta. De ahí hasta final de temporada no hubo ningún contacto más. Hubo muchos rumores, que no sé de dónde salieron, pero no había ninguna oferta ni contacto. Cuando anuncio que me voy, la oferta del Girona tarda unas tres semanas en llegar.

Cuando anunció su marcha dijo que más tarde o más temprano volvería al club. ¿Lo sigue manteniendo?

Por mi parte sí. Siempre he dicho que soy de este club, de esta ciudad, que es mi casa. No sé ni cuándo ni cómo, pero espero volver algún día.

En el Sedis han apostado por Jordi Acero, su ayudante esta última temporada. ¿Buena elección?

Posiblemente sea lo más arriesgado, pero también lo más acertado. El club hizo esa primera apuesta conmigo hace años cuando lo más fácil hubiera sido traer a un entrenador de fuera, con más experiencia en la Liga, pero apostó por mí y fue bien, y posiblemente creen que ahora será igual, y seguro que así será. Apuestan por una persona que lleva ya dos temporadas en el club, que ya ha palpado la realidad y conoce el club, y creo que su apuesta de mirar primero lo que tenemos aquí antes que buscar una persona de fuera es muy acertada.

Ha dejado el listón muy alto, ¿será difícil repetir una temporada como la pasada?

No hay que ponerse esta presión, todo el mundo debe tener los pies en el suelo y saber cuál es la realidad del club, y su realidad es volver a construir el equipo, que por suerte hay muchas jugadoras que siguen y la continuidad siempre es buena, con el objetivo de ganar el primer partido de Liga. Además, tienen la ilusión extra de que volverán a competir en la Eurocup. Hay que dar pequeños pasos y luego ya se verá hasta dónde se puede llegar.

¿Cuál es el sueño que tiene como entrenador?

Va muy ligado al hecho de que siempre, antes con el Cadí y ahora con el Girona, siempre he fichado o renovado por una temporada. No miro más allá. Siempre me he considerado un apasionado del deporte, o del rendimiento, mejor dicho, pero no solo me considero un entrenador de baloncesto. Ahora estoy en este deporte y me gusta mucho, pero no tengo ninguna expectativa de futuro, solo que en la temporada que viene nos vayan bien las cosas, que la gente tenga ganas de venir a Fontajau y ya veremos dónde estamos dentro de un año.

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