Forjador de promesas

Carles Juanmartí, que llegó a participar en dos Juegos Olímpicos, los de Sydney 2000 y Atenas 2004, donde rozó la final de K1, es desde hace unos meses el forjador de las futuras promesas españolas como nuevo director del centro de tecnificación de eslalon de La Seu d’Urgell. Su nueva tarea la inició a finales del pasado año después de una conversación con el ahora director técnico de eslalon de la Federación Española, el también urgelense Guillermo Díez-Canedo. “Teníamos muy buena relación de cuando éramos palistas y cuando me ofreció el cargo no me lo pensé”, reconoce Juanmartí, que entonces estaba trabajando en el mundo de la banca en Andorra.

“Fue un cambio radical. Económicamente he ido a menos, pero he ganado en calidad de vida. Ahora puedo disfrutar de mi hija pequeña, cosa que no podía hacer, y estar en algo que me apasiona, que es el piragüismo”, asegura.

El medallista de bronce individual y por equipos K1 en el Mundial de La Seu 2009 tiene claro que los palistas de ahora “lo tienen todo para triunfar”, pero lamenta que “a veces no lo valoran lo suficiente”. “Recuerdo que en mi época no teníamos prácticamente nada. Yo fui a los Juegos pagándome la piragua.

Ahora veo todo lo que tienen, entrenadores, horas de entrenamiento en el canal, material, salidas para entrenar en otros canales, y parece como si estuviéramos en el colegio, tienes que estar encima de ellos. Falta un poco de compromiso, y eso me da rabia porque no valoran lo que tienen para poder progresar, nada que ver con lo que nosotros teníamos en nuestra época. Es una diferencia brutal”, reconoce.Juanmartí, de 44 años y que dejó la élite en 2012, vuelve a retomar ahora el mundo de la piragua casi diez años después de su última experiencia, que fue como seleccionador de Corea del Sur entre 2013 y 2014.

Ahora en el centro de tecnificación vuelve a la formación. “Es un paso intermedio entre la base de club y el alto nivel del equipo estatal, con el objetivo de que puedan llegar a ganar medallas, como Miquel Travé”, indicó.

Barcelona cumple 30 años de los mejores Juegos de la historia

Cuando a las 22.40 horas del 25 de julio de 1992, ayer se conmemoraron 30 años, la flecha del arquero Antonio Rebollo encendió el pebetero olímpico de Barcelona, quedaron inaugurados no solo los denominados mejores Juegos Olímpicos de la historia, sino también el salto de Barcelona hacia su conversión en una ciudad global.

La Ciudad Condal se convirtió en ese momento en la capital global y deportiva del mundo y con una ceremonia inaugural innovadora para los estándares de la época, puso en escena su ambición de ciudad abierta y cosmopolita.Por otra parte, el Govern prevé presentar esta semana a los alcaldes del Pirineo, consejos comarcales y Diputación de Barcelona la propuesta de candidatura en solitario en los Juegos Olímpicos, según anunció ayer la consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà.

Lleida copa cinco de las ocho plazas del centro de tecnificación

La construcción del Parc del Segre, que el sábado cumplirá 30 años de su estreno como subsede olímpica de Barcelona’92, ha sido determinante en la progresión del piragüismo de eslalon en España, como también la implantación del centro de tecnificación, de donde han salido medallistas olímpicos, europeos y mundiales. El centro oferta cada año ocho plazas y actualmente cinco de ellas son para palistas de Lleida, concretamente para Marc Vicente, Manel Contreras, Ikenna Mbelu y las hermanas Anna y Maria Barroso, todos del Cadí Canoe Kayak.

Las otras tres plazas las ocupan el gallego Dani Pérez, el leonés Daniel Burgos y la murciana Clara González.