FÚTBOL EUROCOPA FEMENINA
Inglaterra es la nueva reina
Un gol de Kelly en la prórroga dio la primera Eurocopa a las inglesas ante una Alemania que había ganado sus ocho finales anteriores || 87.192 espectadores en Wembley, lejos del récord del Camp Nou
agencias Eterna subcampeona, sin gloria desde 1966 y sin besar nunca un título femenino. Inglaterra, la selección maldita, emergió en la prórroga, derribó a Alemania, su némesis, y conquistó el primer gran trofeo de su historia en Wembley (2-1). La final fue de alta tensión, mucho en juego y muchos nervios que impidieron durante muchos minutos ver el gran juego de ambos equipos durante el torneo.
Alemania, que aspiraba a su noveno título, echó de menos a Alexandra Popp, lesionada en el calentamiento previo, y no tuvo la pegada de días anteriores. Las de Sarina Wiegman, quien llevó a las inglesas al título igual que en 2017 hizo con Países Bajos, entraron mejor en la final, aunque la preocupación mayor era no fallar. Apenas hubo centro del campo, con las locales buscando a White a base de centros y las alemanas superando poco a poco el trauma de perder a su capitana y máxima goleadora.
Con todo, a la contra tuvo peligro Alemania y, en un saque de esquina, entre Rauch y Hegering rozaron el tanto. No hubo tampoco más ocasiones y sí mucho miedo al error, y en la segunda parte Alemania entró mucho mejor, con dos ocasiones muy claras en los primeros minutos. El cambio de ritmo alemán coincidió también con la lesión de Mead, la máxima goleadora inglesa y finalmente Bota de Oro con sus seis tantos y cinco asistencias.
Tras varios minutos con el partido detenido, un tremendo pase de Walsh lo cazó en carrera Toone, recién entrada de refuerzo, para picarla a la salida de la portera. Un golazo que hizo enloquecer Wembley pero no supuso la rendición alemana. Las de Voss-Tecklenburg tuvieron la respuesta inmediata con un balón al poste y otra ocasión que detuvo la meta rival.
La insistencia tuvo su premio por medio de Magull, tras una gran jugada de Lohmann.Así se llegó a la prórroga, con la sensación de una Alemania más metida en el partido y una Inglaterra temiendo que se escapara otra ocasión histórica. Las de Wiegman renunciaron al ataque, pero en la ofensiva alemana de nuevo se echó de menos a Popp. En el segundo tiempo de la prórroga, Inglaterra, verdugo de España en cuartos, salió de la cueva.
Tocaba aprovechar el factor campo, como pedía Kelly al forzar un córner. La propia delantera del Manchester City fue quien hizo el 2-1 en ese saque de esquina, en un barullo y un balón muerto en el área pequeña. Un gol para la historia de los inventores del fútbol y un trofeo que irá junto al de la Copa del Mundo masculina de 1966.