Con el reto de la fase de ascenso

El Linyola vivió el pasado curso un año inmerso en la irregularidad, aunque dos buenas rachas de resultados –una en la fase de permanencia- les permitieron salvar la categoría con cierta solvencia. Ahora, el club del Pla d’Urgell afronta el nuevo curso “con la intención de quedar entre los primeros de nuestro grupo y poder jugar la fase de ascenso”. El presidente de la entidad, Rubén Pou, declaraba que “al menos, esta es la intención”, después de un verano muy positivo.

“Hemos conseguido mantener a todos los jugadores, cuando algunos tenían ofertas para irse y, además, hemos incorporado a tres jugadores que subieron con el Alpicat y a otros jóvenes”, añadió el presidente. Además de las caras nuevas que han llegado a la plantilla, también hay novedad en el banquillo. El técnico Sergi Bernaus toma las riendas del equipo, con el objetivo de llevarlo a la parte alta de la tabla “y luego afrontar sin presión la parte final de la temporada”.Más allá del primer equipo, el Linyola también competirá en la categoría de Cuarta Catalana, con un filial de nueva creación, “con muchos jugadores locales, que vienen muy motivados y ayudarán a involucrar a más gente con el club”, concluyó Pou.