TIRO CON ARCO REPORTAJE
Una arquera mexicana de élite, en Lleida
María Fernanda Álvarez, del Tir amb Arc Lleida, estuvo cerca de ser olímpica
Desde bien pequeña quería ser futbolista, después hizo ballet entre los 7 y los 18 años, pero fue el tiro con arco cuando cumplió los 20 el deporte que probó y, según ella, la “enamoró”. Es María Fernanda Álvarez Bandala, una arquera mexicana de 28 años que reside en Lleida desde diciembre de 2020 y que estuvo cerca de ser olímpica en los Juegos de Río 2016. El deporte de alto rendimiento se le cruzó en la vida a una edad que muy pocos atletas comienzan.
Tan solo dos años después de haber comenzado a practicar el tiro con arco, Mafer, como le gusta que le llamen, ya entró en el Centro Nacional de Alto Rendimiento y Talentos Deportivos (CNAR) de México –algo parecido al CAR de Sant Cugat o la Residencia Blume en España– donde llegó a ser una de las mejores arqueras del país. “En México el tiro con arco es deporte nacional y en los centros educativos públicos dan clases gratuitas. Así empecé yo cuando entré en la universidad junto con mi hermano Derek, que también es arquero”, explica Mafer, que con el Club Tir amb Arc Lleida ya ha conseguido este año quedar campeona de Catalunya al aire libre y segunda en la Lliga Catalana.
En sala ha sido bronce en el Catalán y acabó la decimoséptima en el de España. “Me gustaría poder entrenar más y además hay que tener en cuenta que dejé aparcado el arco durante mucho tiempo”, señala Mafer, que entre sus estudios (es licenciada en diseño de moda) y la maternidad que le vino recién llegada a España, en Madrid en 2019, junto a su marido de madre catalana, no pudo seguir con su progresión al más alto nivel. Cuando aún vivía en México, donde coleccionó títulos, era una de las tres arqueras llamadas a ir a los Juegos de Río, pero por “cuestiones burocráticas” se quedó fuera del equipo olímpico.
En cuanto pueda iniciará el proceso para obtener la nacionalidad española y le gustaría competir con España. Gracias a un acuerdo entre su club y la Paeria va a poder entrenar por las mañanas en el pabellón Juanjo Garra. “Tengo que aprovechar las horas que no ejerzo de mamá”, concluye.