El fútbol como escuela

“Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres se lo debo al fútbol”, escribió el filósofo y novelista francés Albert Camus. Durante un partido de fútbol, los jugadores deben tomar muchas decisiones y no solo a nivel táctico, sino también ético, lo que requiere mucha pedagogía. Así entiende su modelo de club el Atlètic Segre, que esta temporada está decidido a velar más que nunca por la formación integral de sus futbolistas.

“El club cuenta con un programa de valores, que ya iniciamos la pasada temporada y que evalúa a cada jugador recibiendo las familias un registro de su evolución en los diferentes ámbitos de su crecimiento personal”, explica Enric Barri, uno de los coordinadores del club junto a Cristian Olivart. También hay formación para los capitanes de cada equipo, que no solo deben cumplir el compendio de valores sino servir de referente para sus compañeros trabajando rasgos de liderazgo como la responsabilidad positiva y el sentimiento de pertenencia al grupo. El club ofrece, además, clases de inglés a todos sus jugadores y organiza formaciones específicas a los entrenadores para garantizar que el proceso que se sigue con los jóvenes deportistas es el más adecuado.

“Tampoco descuidamos a las familias, que tienen un papel protagonista con las jornadas de ‘Suem la cansalada’ donde padres y jugadores comparten un día el campo de fútbol”, apunta Barri.El Atlètic Segre, fundado en 1975, cuenta con 42 equipos de base, más la primera plantilla del Atlètic Lleida y la de veteranos. En total, más de 630 jugadores que es récord histórico de la entidad. Además, sus equipos infantil y cadete serán los únicos representantes de Lleida en la máxima categoría.

Este crecimiento es producto de diferentes acciones que lleva a cabo el club. La temporada pasada se cambió el césped y se cubrió la grada. El presidente David Romaní señala que “cada año hay presupuestada una inversión para dar un servicio de calidad a nuestros usuarios”.