Otro clásico blanco

El Real Madrid se llevó el primer clásico baloncestístico de la temporada al imponerse ayer al Barça (89-83) en la final de la Supercopa ACB, un duelo muy igualado que necesitó de una prórroga para resolverse a favor de los blancos gracias a su consistencia en el tramo decisivo y a un inmenso Tavares, que firmó 24 puntos, 12 rebotes y 5 tapones, el último a Sanli que acabó de sellar la victoria. Los blancos levantan su quinta Supercopa consecutiva, el primer título de la era post Laso, después de un partido en el que el Barça fue mejor en la primera parte gracias a su defensa y a un juego más coral. Sin embargo, el talento de Musa, Tavares y Llull, con tres triples seguidos y decisivos en el tercer cuarto, permitió al Madrid remontar el 33-45 que tenían los azulganas y situarse al frente (55-49) tras un parcial de 22-4.

Ya en el cuarto definitivo, el Madrid aumentó la intensidad y llegó a ir cinco por encima, pero el Barça no tiró la toalla y respondió con un 3-10 de parcial favorable para ponerse de nuevo por delante (58-59). Los triples de Tobey y Laprovittola fueron claves para mantener la ventaja azulgrana (63-65) cuando restaban menos de cuatro minutos para el final. El Madrid llegó a la penúltima posesión dos puntos por encima (71-69), pero volvió a aparecer la visión de Laprovittola para asistir a Tobey, que empataba con un potente mate.

Los blancos tuvieron la última, pero gestionaron mal su posesión y Deck falló de tres. El partido se iba a la prórroga. En ella, el Madrid fue superior con un gran Tavares, protagonista anotando y taponando.

Los blancos templaron mejor los nervios ante un Barça muy errático que lo apostó todo a Laprovittola, que repartió 14 asistencias, pero no fue suficiente.