Debut para olvidar

La ilusión que supuso para el Cadí La Seu la conquista de la Lliga Catalana, la quinta de la historia del club, se tornó en decepción cuatro días después al perder ayer en su estreno en la Liga Femenina ante el debutante Hozono Global Jairis, que sumó en el Palau d’Esports su primera victoria en la competición. Fue un triunfo sin paliativos (51-64), cimentado en su enorme defensa y en su abrumador dominio bajo los aros. Las 47 capturas de las murcianas (15 de ellas en ataque) por las 30 de las leridanas lo dicen todo.

Las bajas ya sabidas de la pívot montenegrina Kovacevic y la alero Strautmane, que destacan especialmente por su defensa, las echó en falta un Cadí que, tras una primera parte aceptable, naufragó en la segunda, donde evidenció una falta de ideas alarmante. El partido comenzó con muchas imprecisiones por parte de los dos equipos, que rivalizaron en errores durante un primer cuarto de baja anotación (11-11) y en el que las defensas se impusieron claramente a los ataques. El Jairis, que pese a su condición de debutante ha construido un equipo con muchas jugadoras con pedigrí en la categoría, como las exurgelenses Belén Arrojo y María Lizarazu, claves ayer, tomó el mando de inicio gracias al dominio de la mozambiqueña Tamara Seda bajo los tableros, con cinco puntos anotados e intimidando mucho.

Las leridanas se atascaron considerablemente en ataque hasta que entró en acción Laura Peña.Igual que sucedió en la final de la Lliga Catalana ante el Barça, la de Vilassar de Mar revolucionó el partido con dos triples consecutivos que le dieron la vuelta al marcador (6-5, m.4). Una canasta en transición de Soler situó la máxima renta hasta ese momento (11-7, m.6) y parecía que el Cadí ponía la directa, pero dos acciones finales de Contell, cedida por el Valencia Basket, cortó el despegue para cerrar el cuarto en tablas.El segundo periodo no comenzó mejor para los intereses del cuadro de Jordi Acero, que se estrenaba como primer entrenador en la Liga en sustitución del histórico Bernat Canut. La veterana De Souza cogía el relevo de Seda para imponer su físico en la zona y con cuatro puntos seguidos situó a su equipo con la máxima ventaja (11-15) nada más reanudarse el partido.

Koenen, con cinco puntos consecutivos, dio la réplica y el partido entró en una fase de empates constantes. Al cuadro leridano le costaba un mundo anotar fruto de la defensa tan intensa de las murcianas y de su desacierto, fallando canastas a priori fáciles bajo el aro. El Jairis, en cambio, se manejaba mejor en ataque y tiraba de la veteranía de Arrojo o del físico de Seda, imparable en la zona.

Cuatro tiros libres anotados por la mozambiqueña permitieron a su equipo llegar al descanso con dos puntos arriba (24-26).A la vuelta de los vestuarios pareció que el Cadí volvía a su mejor versión y con dos triples seguidos de Raventós y Peña se situaba de nuevo por delante. Pero fue un mero espejismo, ya que a partir de ese momento el guión del partido cambió por completo. Con Lizarazu a los mandos y Arrojo y Seda dominando la pintura, el Jairis se desmelenó en ataque y con un parcial de 0-10, con sendos triples de la base madrileña y la portuguesa Betancourt, puso un preocupante 32-40 (m.25).

Acero tuvo que parar el partido, pero de nada le sirvió, ya que su equipo estaba colapsado, lo que aprovechó el Jairis para firmar otro parcial, ahora de 2-8, y situarse 14 puntos arriba (34-48) al final del periodo. El inicio del último asalto fue la constatación del hundimiento del Cadí, que llegó a perder por 19 puntos (41-60) a tres minutos para el final, un marcador que maquilló algo para cerrar un estreno liguero para olvidar.

“En la segunda parte ha sido un desastre”

Jordi Acero, que no pudo debutar con buen pie como primer entrenador, reconoció al final que su equipo nunca se había sentido cómodo.

“Veníamos con mucha ilusión de hacer un buen partido, porque pienso que en los últimos cinco días habíamos dado un paso adelante en cuanto a equipo, pero quizás las ganas y la ilusión de hacerlo bien delante de nuestra afición han sido un hándicap. No hemos sabido encontrar nuestra identidad en la pista ni nuestro juego, hemos tenido poca fluidez en ataque y no hemos dominado el rebote, que ha sido suyo, lo que no nos ha permitido correr”, dijo, para añadir: “Comenzamos bien el tercer cuarto, con dos acciones buenas que nos permiten darle la vuelta al marcador, pero a partir de ahí ha sido un desastre, hablando claro”, lamentó el técnico.