Punto de inflexión

El Lleida consiguió sumar un empate en un partido donde todo se puso a contracorriente demasiado pronto con la expulsión de Chuli al cuarto de hora de partido. Además, aunque el Lleida reaccionó bien al golpe de la expulsión, se fue perdiendo al descanso por culpa de un golazo poco antes de la media parte, aunque respondió rápidamente empatando e incluso pudo llevarse la victoria en una segunda parte donde poco o nada se notó que el Manresa tenía un jugador más sobre el césped.Chuli cometió la innecesaria temeridad de ir a un balón dividido con la planta del pie levantada y eso, ayudado por la exageración de Putxi llevó al árbitro a expulsarle con roja directa para echar por los suelos el plan de partido que había diseñado Pere Martí durante la semana.Ya con diez jugadores, el Lleida se reordenó con dos líneas de cuatro y la falsa referencia ofensiva de Agüero como único delantero, pues Chuli era el único atacante natural que jugaba de inicio. Entonces, el Manresa tuvo que asumir algo más de protagonismo casi más por obligación que por convencimiento.

Aunque siempre que el balón pasaba por los pies de Marc Martínez, ovacionado por sus cuatro temporadas en el Lleida, la jugada mejoraba, el bloque defensivo del Lleida, por primera vez con Ramon Vila en la portería, tampoco sufría más allá del balón parado.Primero, Javi López remató ligeramente alto un saque de esquina y luego, en otro córner que ya no suponía un peligro aparente, Toni Sureda envió un misil directo a la escuadra izquierda de Ramon Vila.El tanto visitante fue un jarro de agua fría para un Lleida que estaba aguantando bien, liderado por un Quadri omnipresente que ya tiene al siempre exigente público del Camp d’Esports en el bolsillo. En el descanso, Pere Martí introdujo un doble cambio retirando a los dos extremos (David López y Comeras) para dar entrada a De Mesa y Alpha Bagayoko, y ambos tardaron apenas seis minutos en darle la razón a su entrenador. Agüero condujo el balón y abrió para De Mesa, que se la devolvió al argentino con un centro medido al pecho; la defensa le negó el gol sobre la línea de gol pero Bagayoko no desaprovechó el balón muerto para marcar.El Lleida se llenó de confianza con el gol y no se notó la inferioridad numérica.

El otro cambio de Pere Martí, Joan Monterde, casi marcó el 2-1 con un latigazo desde la frontal que salió alto por muy poco, y en un córner centrado por Loris, Gaixas remató bien pero demasiado centrado.El partido acabó jugándose hasta el 94 en el área del Manresa y aunque no llegó el gol de la victoria, el Lleida demostró que es capaz de sobreponerse a las adversidades, y las sensaciones no dejan de mejorar semana tras semana.