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El ICG Força Lleida encadena la tercera victoria pese a los 16 triples anotados por el Melilla || Otra victoria coral con Álex Urtasun ya ejerciendo galones

Michael Carrera, en la imagen machacando el aro del Melilla en la primera parte, volvió a ser una pesadilla para sus rivales.

Michael Carrera, en la imagen machacando el aro del Melilla en la primera parte, volvió a ser una pesadilla para sus rivales.POL PUERTAS

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El ICG Força Lleida no tiene límites. Ayer, pese a la baja de Jaume Lobo, de jugar muchos minutos sin un ‘5’ en la segunda mitad y a los dieciséis triples anotados por el Melilla, supo sufrir y a base de juego colectivo y mucho oficio, con un Urtasun ya con galones, pudo llevarse la tercera victoria consecutiva (91-83) que le mantiene colíder. Los dos equipos arrancaron con una efectividad en el tiro muy alta y un ritmo endiablado, que hizo que el primer cuarto, sin tiempos muertos, se esfumara en apenas 15 minutos.

El Melilla, gracias a un Javi Rodríguez imparable, autor de 10 de los 12 primeros puntos de su equipo, llevó la batuta en el marcador, llegando a tener una máxima renta de cinco puntos tras un triple de Rakocevic (12-17, m.4). El Lleida replicó de inmediato con un parcial de 5-0, con el primer triple de Urtasun con su nueva camiseta, que empataba a 17. Los norteafricanos volvieron a tomar la delantera (19-22) hasta la aparición de Carrera, que con cuatro puntos postreros dejó a su equipo al mando al final del periodo (23-22).

De regreso, el venezolano firmó los dos primeros puntos, a los que siguió otro triple de Urtasun para dar la máxima renta en el partido, seis puntos (28-22). Parecía que el ICG Lleida podría romper el partido, pero el Melilla no lo permitió y desde los 6,75 aniquiló cualquier posibilidad. Tres triples seguidos, dos de ellos de Thompson, voltearon el marcador (30-31, m.13), obligando a Encuentra a pedir el primer tiempo muerto.

Urtasun, que llegó hace poco más de una semana, asumió galones y tras capturar un rebote de su primer triple fallido puso de nuevo en ventaja a su equipo (32-31). Pero el Força Lleida no estaba cómodo, le costaba horrores cerrar su rebote, lo que le impedía correr, su mejor baza, y en ataque se empecinaba en lanzar de tres en lugar de elaborar. Hasta ocho canastas desde más allá de los 6,75 erraron los leridanos en este cuarto, la mitad de ellos de un ofuscado Vucetic.

Hasta el técnico pidió calma a los suyos, ya que el Melilla lo aprovechó para irse hasta una máxima de seis puntos (35-41, m.19). Encuentra volvió a parar el partido y el último minuto fue loco, con dos triples de Vucetic que se desquitaba y restablecía las tablas en el intermedio.A la vuelta de los vestuarios el guión de partido no cambió, si bien los melillenses fueron siempre por delante en este tercer periodo, llegando a dominar por una máxima de 5 puntos gracias a los triples (47-52, m.24). El Força Lleida aguantó el tipo gracias a Carrera, que firmó 12 de sus 17 puntos en este cuarto, en el que Encuentra se la jugó durante muchos minutos sin un ‘cinco’ cuando Vucetic tenía que descansar, un mensaje claro hacia un Gettys errático que no jugó en toda la segunda mitad.El arranque del último cuarto fue una batalla de triples, la única arma a la que se agarró el Melilla para dar la campanada.

Pero el ICG Lleida supo jugar con cabeza, movió bien el balón y buscó siempre la mejor opción. Santana y González empezaron a hacer daño por fuera y Vucetic se hizo grande en la pintura, lo que permitió dinamitar el partido con un parcial de 10-2 que elevaba la renta hasta los ocho puntos a menos de cuatro minutos para el final (77-69). Óscar Lata tuvo que parar el encuentro, pero los leridanos estaban ya desbocados.

Otra canasta del pívot serbio nada más reanudarse el partido dio la máxima renta, diez puntos (79-69, m.37). Una antideportiva sobre González y cuatro tiros libres seguidos anotados dieron cierta esperanza al Melilla (79-73, m.38), pero el ICG Lleida no se dejó sorprender y jugó con cabeza. Forzó tiros libres con los que mantener su renta y cuando más quemaba el balón, con Carrera ya eliminado, la responsabilidad fue para Urtasun, que sacó su veteranía y calidad para finiquitar el partido con una canasta sobre la bocina y cuatro tiros libres, confirmando lo acertado de su fichaje.

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