Nueva decepción del Lleida Esportiu, ahora contra el Saguntino

El Lleida volvió a chocar contra sí mismo y un error grave en defensa derivó en el tercer empate seguido en casa (1-1) y el cuarto en los últimos cinco partidos en el global de la competición. Pese a generar ocasiones suficientes como para hacer mucho mayor la diferencia conseguida gracias al gol de Chuli (9’), la eterna falta de puntería azul, esta vez contra el Saguntino, privó al equipo de Pere Martí de conseguir una victoria que, en casa, se resiste desde el 11 de septiembre.

Si los dos empates anteriores, contra el Manresa y el Terrassa tuvieron mucho de positivo por tener que remar a contracorriente, el partido de ayer se habría podido cerrar antes del descanso de una forma relativamente cómoda para evitar lo que le viene pasando al Lleida en toda la temporada: que al mínimo fallo es penalizado.

El delantero Chuli, que volvía al equipo después de perderse el último partido por expulsión, protagonizó casi todas las ocasiones de gol de los azules en la primera media hora.Ya en el minuto siete cabeceó fuera un centro perfecto de Nani cuando había ganado la posición en el área pequeña, pero casi sin tiempo para lamentarse, el destino, personalizado en la figura de Danylo Honcharuk, le regaló la mejor oportunidad posible de redimirse. El ucranianio creyó y provocó el error del central Carlos David y recuperó un balón que le cedió a Chuli (9’) para que el andaluz marcara su primer gol oficial con el equipo.

El Lleida, que se encontró a un Saguntino que le brindó completamente la posesión en los primeros minutos, siguió acercándose con asiduidad a la portería de Lavín, aunque también tuvo que aparecer Ramon para evitar que un disparo lejando de Sana N’Diaye le sirviera a los valencianos para empatar.Después del susto, primero Chuli y posteriormente Comeras tuvieron sendas ocasiones muy claras para enviar el partido al descanso con 2-0, pero no fue así.Tampoco en los primeros minutos del segundo tiempo, con dos disparos de Chuli y de Monterde, que acabaron en córner, se pudo liquidar a un Saguntino que empezaba a salir de su área y esperaba un regalo caído del cielo para empatar.

Y eso fue justamente lo que pasó. Ramon Vila intentó abrió el juego para Nani y este se la quiso dar a Gaixas de primeras, pero el balón fue para Gonzalo Serrano, que solo en la frontal, soltó un disparo potente (72’) que pasó por debajo del guante del portero del Lleida y dejó helado al Camp d’Esports.A partir del empate, el Saguntino se limitó a perder tiempo y parar el partido todo lo que pudo y más, frustrando a un Lleida que entró en ese juego y solo tuvo la oportunidad de ganar con un disparo lejano de Nani (93’) que fue lo último destacable que sucedió antes del final de un partido que volvió a hacer evidente que el Lleida necesita un mundo para ganar.