Victoria inapelable

Era un duelo trampa –el cuarto clasificado visitaba la pista de un colista que todavía no había ganado–, pero el ICG Força Lleida no cayó en ella y ganó de forma clara y contundente en Oviedo (68-84), una pista en la que solo había salido victorioso una vez en sus ocho anteriores visitas (en la temporada 2019-2020). El equipo de Gerard Encuentra no dio apenas opción a un rival que a lo que empezó a bajar sus porcentajes de tiro, fruto de su precipitación y de la buena defensa leridana a partir del segundo cuarto, se fue hundiendo, llegando a perder por 29 puntos. El ICG Lleida suma así su quinta victoria de la campaña y se va al parón por las ventanas FIBA con los deberes hechos y pendiente de reforzar su juego interior después del plante protagonizado por Devin Thomas.

La dinámica tan diferente con la que llegaban ambos equipos al partido no se notó en el primer cuarto, que se mantuvo igualado y que incluso acabó con el Oviedo al mando (22-20), gracias a un triple de Pruitt sobre la bocina del final de periodo. Fue precisamente el acierto desde más allá de los 6,75 lo que mantuvo a flote a los asturianos, que pasaron por un momento delicado mediado el cuarto cuando llegaron a ir seis puntos abajo (9-15), gracias sobre todo al poderío de Vucetic bajo el aro, autor de 7 puntos casi sin error. Pero los locales reaccionaron, ayudados por varias pérdidas de balón leridanas y con sendos triples de Lecesme y Pruitt y una canasta en contraataque de Walters, dándole la vuelta al marcador (17-15) y obligando a Encuentra a pedir el primer tiempo muerto.En el tramo final del periodo todo quedó prácticamente igual (22-20, m.10), lo que aprovechó el técnico leridano para hacer debutar a Alioune Tew y dar descanso a Vucetic, que cerró los primeros diez minutos con diez puntos.

En el arranque del segundo asalto el Força Lleida empezó a carburar, liderado por dos actores secundarios, Diogo Brito y, especialmente, David Cuéllar, que no solo ayudó en el rebote sino que también se dejó ver, y mucho, en ataque. Cinco puntos del canterano, con un mate y un triple, dos del portugués, otros dos de González y la primera canasta con el Força Lleida de Tew, completaron un parcial de 0-11 que elevó la renta hasta los nueve puntos (22-31). Trifon Poch tuvo que parar el partido, pero de nada le sirvió, ya que los leridanos ya estaban en modo arrollador.

Un triple de Brito sobre la bocina de final de posesión hizo mucho daño a los asturianos, que aún encajarían otra canasta, ahora de Carrera, para hacer más grande la herida –parcial de 0-16 (22-36, m.17)–.El Oviedo sacó su orgullo y contestó con un 7-0 que obligó a Encuentra a pedir otro tiempo muerto. No quería ninguna concesión, y así regresaron sus jugadores a la pista, endosando un parcial de 0-10 final, con cuatro tiros libres de Vucetic y dos triples de Marcos y González, este último sobre la bocina del final del periodo. El ICG Lleida se iba al descanso con un parcial global demoledor de 7-26 y con 17 puntos de renta (29-46), ante un Oviedo casi hundido.Aunque Marcos y Carrera situaron la máxima ventana nada más regresar de los vestuarios, 21 puntos (29-50), el cuadro asturiano hizo un último intento de reacción con un parcial de 7-0 que le permitió situarse a doce puntos (38-50), pero la alegría local apenas duró un minuto, el tiempo que necesitó el ICG Lleida para devolverle el parcial y recuperar los 19 tantos de renta (38-57).

Poch volvió a parar el partido, pero ya no hubo más concesiones por parte de los de Encuentra. Carrera, un tanto discreto hasta ese momento, se activó y junto a los triples de Cuéllar y González liquidó el partido (42-68) antes de un último periodo sin historia, más allá de que el ICG llegó a ganar por 29 puntos, 42-71, marcador que el Oviedo maquilló en un final en el que el leridano David Castellnou logró sus primeros puntos en la LEB Oro

El ICG Lleida llegó a ganar por 29 nada más comenzar un último cuarto que no tuvo ninguna historia

Gerard Encuentra volvió a felicitar a sus jugadores por una nueva victoria, la quinta de la temporada en seis encuentros, y destacó que la clave estuvo en la mejoría defensiva a partir del segundo cuarto, que fue cuando empezó a romper el partido. “Hemos empezado bien en ataque, con bastante acierto, llegando hasta debajo de la canasta anotando, pero sí que es verdad que nuestro nivel defensivo estaba lejos del que queríamos o del que estamos trabajando últimamente.

Hemos hecho uno de los peores cuartos a nivel defensivo”, reconoció el técnico, que añadió: “En el segundo hemos sido capaces de subir el nivel, aguantar bien en el uno contra uno, controlar el rebote, que nos estaban haciendo mucho daño, y a partir de ahí hemos conseguido una pequeña ventaja. Éramos conscientes de que el inicio del tercer periodo era muy importante y pese a que hemos tenido un par de minutos malos, hemos sido capaces de volver a reaccionar y coger una diferencia que hemos sabido gestionar hasta el final del partido”. Aunque hubo cierta relajación al final, cuando el partido ya estaba más que sentenciado, valoró que “mis jugadores han sido capaces de no bajar en ningún momento la intensidad defensiva.

Nuestro nivel en defensa del segundo cuarto nos ha permitido coger una ventaja importante, no dar segundas oportunidades al Oviedo y a partir de ahí, con la confianza que nos da defender bien, en ataque somos un equipo que jugamos a un ritmo alto y cuando lo controlamos somos muy peligrosos”, apuntó.