FÚTBOL SALA COMPETICIÓN CATALANA
El orgullo de Seròs
El sénior es tercero en la División de Honor Femenina en su primera temporada en la categoría || El club renunció al Fútbol 11 en 2020 por la fuga de jugadores
El pabellón municipal de Seròs se llena cada fin de semana para ver los partidos de los once equipos con los que compite el CFS Seròs Esportiu. Pero se llena especialmente para ver los del sénior femenino, un equipo cuyas jugadoras están juntas desde 2014 y que esta temporada, en su debut en la División de Honor, ocupan la tercera posición en la tabla. “Somos el equipo de Lleida que está en una categoría más alta, representamos a Lleida por toda Catalunya”, explica satisfecho el presidente del club, Josep Albà, en relación al equipo.
El CFS Seròs Esportiu funciona dedicado exclusivamente al fútbol sala desde 2020, cuando el club, denominado entonces EF Ponent, renunció al fútbol 11 para centrarse en el fútbol sala tras una masiva fuga de jugadores de la base a clubes de la ciudad de Lleida. “Decidimos dedicarnos solo al fútbol sala y pensamos que para hacerlo crecer, teníamos que crear la Escola”, añade Albà. “El primer año salimos a competir con cuatro equipos y 38 jugadores.
Esta temporada tenemos 123 jugadores y jugadores en 11 equipos, de los que dos son femeninos y en cada uno de los demás hay al menos una jugadora”, valora.
Esta temporada el club cuenta con 11 equipos de fútbol sala, con un total de 123 jugadores y jugadoras
Pero su apuesta por el fútbol sala femenino viene de lejos. “Las jugadoras de este equipo sénior se conocen desde pequeñas. Este año fichamos a cuatro jugadoras para reforzar la plantilla de cara al ascenso y son chicas de entre 20 y 30 años.
Algunas son madres, muchas trabajan, pero hacen un gran esfuerzo para entrenar y jugar los fines de semana”, destaca el presidente.El equipo llegó a la Primera división después de quedar tres veces campeonas de Segunda. Y ascendió a División de Honor al final de la pasada temporada después de quedar dos años seguidos campeonas de Primera. “Si no lo vemos claro, renunciamos al ascenso”, explica Albà.
“Tenemos un presupuesto de 35.000 € y lo mantenemos, a pesar de que al subir nos aumentan los gastos. Tenemos el apoyo de numerosas empresas y comercios locales y si podemos subir a Segunda Nacional, lo haremos”.