Un Camp d'Esports de Lleida que luce: 'me gustaría una afición así cada domingo'

Hacía tiempo que no se veía un Camp d'Esports tan animado ni tan lleno. Tienen que pasar cosas para que se llene o para poder ver una buena asistencia. Cosas como venga un equipo de categoría superior, que el partido coincida con el ambiente festivo de un Aplec del Caragol, que haya play-off de ascenso o que, directamente, haya un cambio de junta directiva por supuestos fraude con Hacienda de la junta anterior y que un directivo gallego exjugador del Lleida afincado a Suiza compre el equipo. En todo caso, tienen que pasar cosas.

Ayer, en el partido de Copa del Rey contra el Alavés (ver crónica), el Camp d'Esports tenía muy buena pinta, con más de 5.000 personas (5.238 según datos oficiales), que llenaban prácticamente toda la parte baja del gol norte, la parte baja de lateral y buena parte central de tribuna. La afición respondió y el entrenador Pere Martí lo celebró: "ha sido un partido muy bonito y me gustaría que la afición estuviera así cada domingo”, explicaba en la rueda de prensa posterior.

En el resto de partidos de liga en casa, en una poco atractiva categoría Segunda RFEF, la asistencia se reduce a menos de 2.000 personas, como mucho, cifra que va a la baja como más se introduce el equipo a la temporada de frío intenso y niebla persistente.

Para volver a ver una buena asistencia al estadio hay que echar la vista atrás. Concretamente hasta la temporada pasada, coincidiendo con el primer triunfo de la era Pereira, un 27 de febrero que reunió a 3.257 personas en el campo para ver una victoria por la mínima contra el Tarazona. Para ir a un lleno absoluto, cosa difícil de ver, hay que remontarse hasta el 2018, de nuevo en un escenario de Copa del Rey y con partido de ida contra el Atlético de Madrid. El Lleida perdió 0-4 pero vivió el último lleno absoluto del Camp d'Esports, con 12.532 espectadores.

Entonces, ¿un partido de Copa del Rey contra un Primera -o Segunda- significa llenar el estadio o que presente buenos números? No, tres años atrás, en diciembre del 2019 y en la misma primera ronda eliminatoria, el Espanyol no fue un rival de entidad suficiente para llevar asistencia al campo, que registró una floja entrada de cerca de 3.000 personas.