CICLISMO COMPETICIÓN
Ciclista de élite y madre
La leridana Iris Gómez, 36 años y 2 hijos, compagina la maternidad con correr en un equipo Continental || “Es muy complicado, sobre todo cuando viajas”
La leridana Iris Gómez, de 36 años, seguirá una temporada más compitiendo en la segunda categoría del ciclismo internacional femenino, la UCI Continental, la antesala a la World Tour, y lo hará enrolada en el Massi-Tactic UCI Women’s Team de Torroella de Montgrí, escuadra a la que regresa después de este último año en el Bizkaia Durango, de la misma categoría, y tras su paso en 2020 por el filial del equipo ampurdanés, el Catema.cat. Será una temporada exigente en la que su gran objetivo será, como reconoce, “seguir aprendiendo”, ya que pese a su edad, hace apenas cinco años que aterrizó en el mundo de la bici. “Me aficioné al running, pero tenía muchas lesiones y me cambié al triatlón, pero me di cuenta que el agua no me gustaba y la carrera a pie me provocaba lesiones, así que me quedé con la bicicleta, que es lo que me gusta”, explica.Sobresalió muy pronto y el Massi-Tactic la fichó para su filial, al que ahora regresa para su equipo UCI Continental tras un paso por el Durango marcado por las lesiones.
Se fracturó el olecranon del codo en la Vuelta a Valencia, que le dejó casi tres meses inactiva, y en el Campeonato de España se rompió la clavícula. Pese a todo, sigue en la élite y con un sueño, correr algún día el Giro de Italia o el Tour de Francia. “Participar en las dos pruebas más mediáticas sería hacer realidad un sueño, para mí y para cualquier ciclista”, asegura, aunque reconoce que el nivel es muy alto en otras carreras.
“Pasar a UCI Continental fue un salto muy sustancial, porque en muchas carreras corremos con equipos de World Tour, donde están las mejores del mundo, por eso fue como si de golpe hubiera ascendido dos categorías en lugar de una. No llevo tantos años en el ciclismo como mis compañeras y necesito más rodaje, coger experiencia en cómo moverme en el pelotón”, explica.Y todo ello lo compagina siendo madre de dos niños, uno de cuatro años y medio, Noah, y otro que acaba de cumplir uno, Sasha. “Es muy complicado”, reconoce, y añade: “Lo puedo hacer porque tengo la suerte de tener un trabajo de funcionaria que me permite una reducción por maternidad.
Gracias a ello puedo entrenar, porque hacer jornadas de 40 horas semanales y 20 entrenando con niños los números no cuadran, porque tendría que renunciar a ellos y eso no es una opción. Trabajo cinco horas y las tres que me quedarían de la jornada laboral son las que dedico a entrenar. Y pese a estas facilidades es sumamente complicado, sobre todo cuando viajas, que es lo que más me está costando”, apunta.Iris, que reconoce que “te encuentras a muy pocas chicas con hijos en el pelotón”, asume que quizás no es el momento idóneo para dedicarme a esto a alto nivel por tener dos hijos, pero tengo 36 años y me ha llegado la oportunidad de vivir este momento; o lo hago ahora en los pocos años que me quedan o pierdo la ocasión, y por eso me decidí a vivir esta oportunidad única”, asevera.