Clasificación virtual

El Cadí La Seu puso ayer pie y medio en la segunda fase de la Eurocup Women gracias a la victoria ante el Grengewald (54-90) y a la derrota del Castors Braine, tercer clasificado, en la pista del Zaragoza. Ahora las leridanas tienen dos victorias de margen sobre el conjunto belga a falta de dos jornadas. Para quedarse fuera tendrían que perder los dos partidos que quedan y ante el Braine hacerlo por más de los nueve puntos por los que ganó en tierras belgas.

El arranque de partido del cuadro urgelense no presagiaba una victoria tan holgada como la que acabó consiguiendo por 36 puntos de diferencia. Y es que las de Jordi Acero hicieron todo lo contrario que su técnico les pidió en la previa, especialmente el respeto por el rival. Salieron inconscientemente sabedoras de su superioridad –lo eran y lo confirmaron–, pero al principio lo pagaron caro, encajando un sorprendente parcial de 11-1 que obligó a Acero a parar el partido cuando solo habían transcurrido tres minutos de juego.El equipo no jugaba a nada, muy precipitado en ataque y blando en defensa.

Pero como sucediera el pasado sábado ante el Ensino, el Cadí enderezó el rumbo desde el triple. Uno de Brotons, ayer la mejor de las leridanas, rompía una sequía de más de cinco minutos sin anotar una canasta en juego. Le seguía otro de Laura Peña, que festejaba así su convocatoria con la selección española.

El marcador se apretó (11-7), y más lo hizo al final de un primer cuarto para olvidar gracias a una canasta de Tunstull sobre la bocina de final de periodo (14-13).El equipo aprendió la lección y al segundo cuarto entró de otra manera. El Grengewald ya no encontraba tantas facilidades para anotar ante una defensa leridana más intensa. Aun así, el marcador siguió bajo el dominio luxemburgués (20-18, m.13), hasta que otro triple, este inesperado obra de Tunstull, le dio la vuelta al luminoso, que ya no cambiaría de color hasta el final.

Las urgelenses empezaron a jugar de forma más fluida, pasándose el balón con rapidez y desarbolaron al rival por completo. Otros dos triples de Peña y Bahí elevaron la renta hasta los nueve tantos (20-29) superado el ecuador del periodo. El Cadí no aflojó hasta el descanso, firmando un parcial final de 4-12 que le dio una renta de 17 puntos en el intermedio, tras un demoledor parcial global del cuarto de 10-28.El partido ya estaba visto para sentencia, pero las del Alt Urgell no pecaron de conformistas y mantuvieron el nivel en la segunda mitad, en la que el rival estaba ya entregado.

La ventaja fue creciendo a ráfagas. Tras un parcial de salida de 2-10, con sendos triples de Raventós y Strautmane, y con Brotons y Tunstull dominando en la pintura, el técnico local paró el partido, ya que su equipo estaba siendo casi doblado en el marcador (26-51). La esperada reacción luxemburguesa no llegó y el Cadí siguió en modo arrollador, alcanzando los 28 de renta en el ecuador del periodo (27-55).

La tímida reacción local la cortó de raíz una inspiradísima Júlia Soler, autora de seis puntos seguidos que, unido a una canasta de Brotons dio otra máxima renta a las leridanas, ahora de 32 tantos (33-65), reducida a 27 al final del periodo (38-65). Acero aprovechó que el partido estaba más que sentenciado para repartir minutos y no cargar a ninguna jugadora. Pese a ello, el equipo mantuvo el tono competitivo y cerró el partido con la máxima ventaja, 36 puntos.

El Cadí se jugará el primer puesto con el Zaragoza

Después de afrontar tres partidos consecutivos lejos del Palau d’Esports, el Cadí La Seu cerrará la competición afrontando como local las dos últimas jornadas. La primera de ellas ante el Zaragoza el 7 de diciembre, un duelo en el que estará en juego el primer puesto del grupo. Para ello las leridanas necesitan ganar por más de un punto, que fue la diferencia por la que perdieron en el Príncipe Felipe.

La liguilla la cerrará ante el Braine belga el 14 de diembre.

Acero: “No podemos repetir lo del primer cuarto”

El técnico del Cadí, Jordi Acero, estaba satisfecho por la victoria y el juego desplegado por sus jugadoras, salvo en el primer cuarto. “Hemos tenido una muy mala salida.

Habíamos pedido a las jugadoras mucha energía y concentración, sobre todo atrás, y hemos sido incapaces de hacerlo, dando facilidades al rival para que pudiese anotar y se sintiera cómodo en la pista. No era nuestra identidad. Lo hemos hablado al final del primer cuarto y creo que los 30 minutos restantes han sido en la dinámica que queríamos tener desde el primer minuto, con un juego coral, en el que todas las jugadoras han compartido el balón, hemos podido correr y anotar con facilidad.

Me quedo con el bueno trabajo de los 30 últimos minutos”, dijo el técnico, que añadió: “Teníamos claro que no podíamos perderle el respeto al rival pese a que era el último del grupo. Era un partido en el que teníamos muchas más cosas a perder que a ganar. Estoy satisfecho en general, pero no podemos repetir el primer cuarto que hemos hecho”.