Catar se blanquea

Catar intentó ayer abrir sus brazos al mundo e invitó a aparcar sus diferencias con una ceremonia de inauguración del Mundial repleta de mensajes, que mezcló la tradición y la modernidad, en la que se buscó blanquear o, al menso, dulcificar la dictadura catarí. El actor estadounidense Morgan Freeman y el cantante surcoreano Jungkook, integrante de la banda de K-pop BTS, fueron dos de los protagonistas de la ceremonia en el estadio Al Bayt de la localidad de Jor con un espectáculo de música, color y fuegos artificiales para dar la bienvenida a la primera Copa del Mundo en un país árabe. Freeman, conductor de la ceremonia, presentó las actuaciones previas al partido inaugural Catar-Ecuador.

La estrella de K-pop Jungkook interpretó la canción oficial del Mundial ‘Dreamers’ junto a la cantante local Fahad Al-Kubaisi. Cabe recordar que varios artistas como Dua Lipa, Shakira y Rod Stewart se negaron a participar en la ceremonia por el incumplimiento sintemático de los derechos humanos en el país asiático, sobre todo en relación con el trato a las mujeres, el colectivo LGTB+ y los trabajadores migrantes. El emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Thani, habló de tender puentes y dijo que “gente de diferentes religiones y creencias se reunirá aquí.

Su diversidad los une”, señaló.La ceremonia, por la que se pasearon mascotas de anteriores citas mundialistas como ‘Naranjito’ (España’82), contó con un enorme espectáculo de fuegos artificiales antes de que el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, diese la bienvenida al fútbol. “Que comience el espectáculo”, sentenció. El pistoletazo de salida del Mundial de Qatar se saldó con una lección de fútbol dictada por Enner Valencia, el capitán de Ecuador, que asestó dos zarpazos a la anfitriona, atenazada por los nervios del evento que tanto tiempo llevaba esperando.Catar, la única debutante en el Mundial, fue muy inferior a Ecuador y su afición, muy bulliciosa al principio, fue abandonando las gradas ya desde el descanso.

Ecuador barre al anfitrión

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