Jugar en familia

“Somos una familia de tenistas. Mi madre, que tiene 75 años, aún juega. Soy entrenador de tenis y Xènia y Neus estaban destinadas a jugar a tenis. Tenían que ser tenistas”, explica Jordi Roma, de 52 años, que es un caso casi único en el deporte federado. Junto a sus dos hijas, de 15 y 12 años, integra el equipo Agro-Borges TT, del CTT Borges, que lidera la Liga de Primera Provincial. “En broma al equipo le llaman el Roma-Borges”, añade.

Tenían que ser tenistas, pero cambiaron la raqueta por la pala. “Xènia no puede usar la mano derecha a causa de un problema linfático. El médico le dijo que no podía jugar a tenis, pero en nuestra familia también somos tozudos.

Un día empezó a jugar a tenis de mesa y yo le enseñé a jugar con la izquierda. Se enganchó a este deporte, enganchó a su hermana y yo, después de tanto acompañarlas a entrenar y jugar partidos, decidí también hacerme jugador y pedí al club si podíamos jugar juntos, por una cuestión logística, ya que hacemos un esfuerzo para desplazarnos”. Los Roma viven en Alpicat, desde donde se desplazan a Les Borges o donde toque jugar.

Ahora están en Bàscara, donde se disputan las clasificatorias para el Estatal.Admite que la “logística” influye en todo lo que hacen. “Es mejor que hagan las mismas actividades. Xènia también toca el violín y Neus también empezó a hacerlo.

La mayor elige una actividad y su hermana le sigue”, bromea Jordi. Explica que “a mucha gente le hace gracia ver a una familia jugando juntos”. También les acompaña su esposa, Eugènia.

“Dice que estar con nosotros es muy aburrido, porque todas las conversaciones giran en torno al tenis de mesa”. Además, entrenan igualmente en casa, donde tienen una mesa.Jordi es conocido entre sus amigos como el “multideporte”. “Siempre me ha gustado y me gusta competir. Además de tenis, he competido en pruebas de Iron Man”, concluye.