El Lleida Esportiu, inmolado otra vez

El Lleida Esportiu demostró que es el más filial de los equipos que no son filiales y al Mallorca B le bastaron cinco minutos de desconexión de los azules para darle la vuelta a un partido que se había puesto muy de cara para los intereses leridanos. Porque, después de encadenar dos victorias seguidas y buenas sensaciones, Pere Martí repitió la alineación que le ganó al Ibiza en el Camp d’Esports, y en la primera mitad parecía que iba a dar resultado.Aunque el primer aviso fue del filial bermellón, con una media vuelta de Diabaté que paró Ramon, el que golpeó primero fue el Lleida. A punto de cumplirse el primer cuarto de hora, David López rompió al espacio y Roger Figueras le puso un balón preciso por encima de la defensa que el 17 bajó con clase, y después de levantar la cabeza, se lo cruzó a Pere Joan para marcar el 0-1.

El gol le sirvió al Lleida para asentarse más sobre un terreno de juego muy rápido por la incesante lluvia que cayó durante toda la jornada en Palma de Mallorca. El equipo balear, que empezaba la jornada en penúltima posición, atacó con jugadas aisladas como un disparo lejano de Giaquinto que obligó a intervenir a Ramon y en una acción que, con Gaixas fuera de posición, el delantero Tovar mandó fuera incomprensiblemente.El Lleida casi no intimidaba al área rival, pero las sensaciones, desde el campo, eran que los azules eran mejores y que, cuando su rival concediera espacios, podrían matar el partido. Aunque el nigeriano Quadri lo intentó antes del descanso, el más destacado del Lleida fue Roger Figueras, que además de dar el pase de gol, tuvo que interponerse en un disparo de Tòfol Montiel que iba entre los tres palos.

El descanso, por algún motivo desconocido pero preocupante, le sentó fatal al equipo de Pere Martí, que salió adormecido y en el tercer minuto ya fue necesaria, de nuevo, una intervención de Ramon para impedir el gol de Tovar. El Lleida estaba avisado y volvió a pecar de ser demasiado fiel a su estilo. No supo interpretar que, ganando 0-1, con un rival que presionaba muy arriba y un césped embarrado, saliendo en corto tenía las de perder.Y, en el minuto 53, una mala entrega de Pladevall para Toni Vicente la convirtió Tòfol Montiel, tras un par de pases en la frontal, en un latigazo al palo corto de Ramon, que se venció al lado opuesto y no pudo evitar el 1-1.Y casi sin tiempo a digerir el empate, llegó la remontada mallorquinista.

El portero del Lleida tenía el balón sin aparente peligro, y cuando quiso despejar con la izquierda, la tocó con su pierna de apoyo y, cuando quiso reaccionar, se encontró con un Diabaté muy veloz que forzó un penalti tan claro como tragicómico.Ramon no pudo enmendar su error y Tovar no perdonó desde el punto fatídico. Otro penalti condenó al Lleida a ir a contracorriente, pues de los últimos siete goles que ha encajado el equipo azul en Liga, cuatro de ellos han sido desde los 11 metros.Después de estar unos minutos en shock, el Lleida reaccionó ayudado por los cambios, pero entre los nervios, la acumulación de rivales y el desacierto no fue capaz el equipo de arrancar al menos un empate de un campo en el que nunca ha podido ganar siempre que lo ha visitado como Lleida Esportiu.Tras el chasco de ayer, el balance queda en un mísero empate y tres derrotas de los leridanos en Son Bibiloni.