Messi toca el cielo

Leo Messi ya tiene el título que tanto deseaba, el único gran trofeo que le faltaba para culminar su obra, una carrera única y excepcional que le ha situado como el mejor futbolista del mundo. Ya tiene su Mundial. Le faltaba la corona que conquistó ayer en Catar, liderando con dos goles a Argentina hacia su tercer título, tras los de 1978 y 1986.

Ganó a Francia por penaltis, destronando al campeón de 2018, en un partido que acabó 2-2 los 90 minutos y 3-3 tras la prórroga. Entre el duelo de dos futbolistas únicos, extraordinarios, en una final trepidante, que sintió ganada dos veces Argentina, empatada por la fuerza de Kyllian Mbappe –marcó un hat trick que no le bastó para repetir como campeón– y decidida en la tanda de los penaltis, Messi traspasó aún más la eternidad, culminó una carrera sublime y devolvió a Argentina a la cima del fútbol por tercera ocasión, 36 años después de Maradona en México 1986, con una victoria agónica y extraordinaria.Leo Messi ya puede retirarse tranquilo cuando decida hacerlo. Tantas veces criticado en su país, ha sido el líder que necesita un equipo campeón.

Capitán tirando del equipo tras la inesperada y dura derrota ante Arabia Saudí en su estreno, Messi ha podido cumplir el sueño de ganar un Mundial. Triunfó en el Barça, con 35 títulos –más que nadie en la entidad– además de ser el máximo anotador histórico del club azulgrana (678) y quien más partidos oficiales disputó (778). Con Argentina, empezó a acallar rumores cuando lideró a los suyos en la Copa América de 2021.

Y, en Qatar 2022, por fin tiene su Mundial. Dos retos pendientes logrados en apenas un año.En su quinta y probablemente última tentativa, dentro del relato maravilloso que ya describían sus regates, sus goles, sus pases, sus desbordes o su imponente palmarés en el Barcelona, incluyó el momento único e icónico de todos, tan deseado desde Alemania 2006, tan ajeno en Sudáfrica 2010 y Rusia 2018, tan frustrante en la final de Brasil 2014 al lado de Di María, decisivo también, con un penalti y un gol, en Catar. Su Mundial. Ya no le falta nada. Ya nadie puede discutir que es el mejor futbolista del siglo y uno de los mejores de la historia. Nadie del fútbol actual resiste una comparación. Ni Mbappé, que ayer, con 23 años se quedó sin el sueño de repetir título. El francés es el futuro, pero Messi sigue siendo el rey, el mejor.A sus 35 años se ha rebelado contra la presión, ha soportado la responsabilidad y lo ha canalizado todo para emocionar a un país entero. Leo Messi calificó de “locura” la final del Mundial y explicó lo mucho que deseaba este título.

“Se hizo desear pero acá llegó. Es hermosa esta copa. Sufrimos un montón, pero lo conseguimos. No vemos la hora de estar en Argentina para ver la locura que va a ser eso”, dijo en declaraciones a la televisión pública argentina. “Es una locura que se haya dado de esta manera. Lo deseaba muchísimo. Sabía que Dios me lo iba a regalar, presentía que iba a ser esta. Ahora, a disfrutar”, dijo. Messi se va del Mundial como campeón y, además de ser elegido el mejor jugador de la final, también ha sido MVP del Mundial.

Se le ha escapado el trofeo de máximo goleador, a pesar de que ayer marcó dos goles. Pero Mbappé marcó tres, con lo que el francés ha firmado 8 goles, por 7 de Leo.Es también el jugador que más partidos ha jugado en la historia de los Mundiales. Tras los siete que ha disputado en Catar, suma 26 partido en 5 Mundiales, con lo que ha superado al alemán Lothar Matthäus (25).Nada más ganar el título, Messi empezó a recibir felicitaciones en las redes sociales.

El Barcelona le dedicó un tuit en el que sobre una imagen suya de cuando llegó al Barça y una actual, con la camiseta de Argentina, ponía “Campeón del mundo mundial”. También, entre otros le felicitó Neymar y el leridano Joan Capdevila, campeón del Mundo con España en 2010. “Messi merecía este Mundial. Ha sido un líder, un auténtico capitán. Se ha echado el equipo a la espalda. Ha marcado goles, ha dado asistencias y ha salido en defensa de su selección cuando ha sido necesario”.

Lleida salió a la calle para celebrar el título argentino

La final del Mundial de Catar se vivió en Lleida con la misma pasión que en Losail des. Argentinos residentes en la ciudad y aficionados de la selección albiceleste, se reunieron para seguir el partido en casas de familiares y amigos o en bares. Decenas de ellos lo hicieron, entre otros locales, en el Sol 9 y La Nueva Parrilla, donde compartieron, con los millones de argentinos en su país y en muchas ciudades del mundo, la euforia tras el 2-0 que parecía sentenciar el partido, así como el sufrimiento tras los dos empates que firmó Kylian Mbappé y que llevaron el partido, respectivamente, a la prórroga y a los penaltis.Una vez finalizado el encuentro, centenares de seguidores de la selección argentina salieron a la calle para celebrar la histórica victoria, el tercer título mundial que firma Argentina, tras los conseguidos en 1978 y 1986.El primer punto de encuentro fue la plaza de Sant Joan, donde se reunieron los aficionados, que con sus banderas, bufandas, muchos de ellos maquillados con los colores de Argentina, cantaron y bailaron por el título que su selección acababa de levantar a miles de kilómetros de distancia. Posteriormente se dirigieron a la plaza Ricard Viñes.