Esteve afronta su Dakar 18 con la máxima ambición

El piloto leridano Isidre Esteve partió ayer para Arabia Saudí con el objetivo de afrontar su decimoctavo Dakar, que arranca este sábado. El desierto arábigo será de nuevo el escenario del rally más duro del mundo, con 14 etapas por delante más el prólogo del sábado, una especial de 11 kilómetros. El de Oliana, que atendió ayer por la tarde a los medios en el mismo areopuerto del Prat, participará en este Rally Dakar 2023 con un Toyota adaptado a su lesión medular, con todos los mandos ubicados en el volante.

“La gente con discapacidad lo que buscamos es la normalidad. Para mí lo importante es sentirme integrado en esta carrera”, explicó el piloto leridano.Esteve, que aspira este año a acabar entre los veinte primeros de la clasificación absoluta, señaló que “no tengo ninguna ventaja, hay momentos en que me falta una tercera mano. No uso los pies, yo llevo todo en el volante: acelerador, freno, embrague eléctrico para poder arrancar y parar el coche”, explicó.

Y es que el piloto del Repsol Rally Team tendrá este año los mandos de un Hilux T1+ de Toyota, un coche de primer nivel y competitivo, que para Isidre supone “el regalo a los 18 años de trayectoria en el mundo de la competición”. El leridano, pese a su dilatada experiencia primero subido a una moto y desde hace años en un coche, reconoció que siempre es algo especial verse en la salida con leyendas como Peterhansel o Carlos Sainz. “Estoy en la línea de salida y ahí están Peterhansel, Carlos Sainz. ¡Ostras! Esto es algo que me hace sentir bien”, admitió en un gesto de humildad.Admitió, sin embargo, estar bien preparado. “Por experiencia, por nivel tecnológico del coche… Este coche ya corrió el año pasado con esta misma configuración y funcionó bien. Los oficiales van con otro motor, llevan el V6 biturbo, pero no hay gran diferencia con este. Nosotros vamos con un coche que está bien probado y nos hace estar tranquilos”, aseguró.También partió ayer hacia el Dakar la catalana Laia Sanz, que coincidió con Esteve en que esta edición el rally será “más difícil y duro”. Sanz afronta su segunda Dakar en coches tras disputar otras once ediciones con una moto.