FÚTBOL INTERNACIONAL
“Tengo mi vida en China”
Marc Carballo visita a su familia en Tàrrega antes de regresar al país asiático donde ha echado raíces || Quiere dedicarse a traer jugadores chinos a España
“Marché por tres años y en febrero hará siete que llegué a China. Me casé allí este verano, mi esposa es china y vivo muy cómodo en la ciudad de Qingdao, muy parecida a Barcelona y con la playa muy cerca. Tengo mi vida allí”.
Es Marc Carballo Minguell (Tàrrega, 13-09-1976), “el único superviviente”, como él mismo bromea, que queda de los técnicos españoles y catalanes, algunos de ellos vinculados a Lleida como Pep Muñoz y Jordi Escura, en la academia de fútbol del club Qingdao Huanghai. “No sé con lo que me encontraré cuando regrese en unos días. El primer equipo descendió a Segunda división y desapareció por problemas económicos.
Me han comentado que la base también puede seguir el mismo camino”, explica Carballo, que regresa este sábado al país asiático tras pasar unos días con la familia en Tàrrega aprovechando estas fiestas navideñas. En China, siempre en la academia del Qingdao Huanghai, Marc ha pasado por varios cargos técnicos fue coordinador de los equipos de los nacidos en los años 2007, 2008 y 2009 (en China se nombran así las categorías) y luego fue el entrenador del equipo del año 2006, un equivalente a un conjunto cadete en España. Pero ante la situación de incertidumbre que cree que se encontrará, ya ha planeado su futuro laboral en los próximos años.
“Quiero traer jóvenes jugadores chinos a España y también equipos para que hagan concentraciones y jueguen torneos. En China no hay competiciones de Liga de fútbol base y por eso no acaba de crecer. El fútbol se considera un negocio y no hay una cultura al respecto.
Por eso no se clasifica para Mundiales”, razona Carballo. Cada vez está más acostumbrado al modo de vida del gigante asiático. No piensa en volver a casa.
“Además de casarme allí, el tema económico y poder vivir de lo que me gusta pesan mucho”, reconoce. Ha probado insectos en las comidas y ha podido conocer la Gran Muralla o urbes del tamaño de Shanghai (más de 26 millones de habitantes). Dice que el regreso se le hará “largo” porque deberá estar confinado 5 días en un hotel en Guangzhou y otros tres en Qingdao, pero también en hotel.