Martínez llega a Portugal con el reto de “ganarlo todo”

Después de dirigir a la generación dorada belga durante seis años y medio, el balagariense Robert Martínez fue presentado ayer como seleccionador de Portugal hasta 2026, año en el que se disputa el Mundial de Estados Unidos, Canadá y México. Martínez, de 49 años, sustituye a Fernando Santos, quien dejó el cargo el pasado diciembre, una vez finalizado el Mundial de Catar, tras ocho años en los que conquistó la Eurocopa de Francia 2016 y la Liga de Naciones 2019. Robert Martínez afirmó en su presentación, en la Ciudad del Fútbol de Oeiras, que “Portugal debe tener siempre la voluntad de ganarlo todo y para eso necesitamos ser un equipo moderno, con flexibilidad táctica.

Si vamos a jugar en transiciones, tenemos que estar bien estructurados sin el balón y dar rienda suelta al talento que tenemos con el balón”, afirmó.Preguntado por si seguirá apostando por una línea de tres defensas, dijo que “depende de los jugadores”, a los que elogió. “Tengo muchas ganas de ver jugadores portugueses, que se adaptan muy bien a las ligas extranjeras, que siempre saben ser competitivos.. Me hace mucha ilusión que el jugador portugués tenga esa mentalidad”.El objetivo es conseguir victorias.

Pretende primero “poner las bases”, pero luego “hay que soñar”. “Este equipo tiene que representar al pueblo portugués y vamos a luchar por eso. El talento está aquí, y la intención de todos también.

Creo en el proyecto, en los jugadores y espero que crezcamos juntos”, resaltó.Cuestionado sobre el futuro de Cristiano Ronaldo, optó por la prudencia. “Las decisiones de fútbol se tienen que tomar en el terreno de juego. No soy entrenador de tomar decisiones en el despacho.

El punto de partida es conocerlos a todos”, añadiendo que “Cristiano merece todo mi respeto”.Robert se formó como futbolista en el Balaguer, de donde pasó al Zaragoza, con el que llegó a debutar en Primera, pero su carrera la hizo en equipos británicos: Wigan, Motherwell, Walsall, Swansea y Chester. Como técnico comenzó en el Swansea, ascendió al Wigan a la Premier, donde también entrenó al Everton, antes de recalar en Bélgica, equipo con el que quedó tercero en el Mudial de 2018.