ATLETISMO ULTRAFONDO
Atleta de élite con 42 años
Mireia Sosa, madre con una hija de 9, se proclamó el fin de semana campeona de España de los 50 km con mínima para el Mundial || Es profesora de educación física y entrenadora personal
Mireia Sosa es una atleta leridana de élite que, a sus 42 años, el pasado sábado se proclamó por primera vez campeona de España de los 50 kilómetros. Lo hizo en Burjassot con un tiempo de 3 horas, 34 minutos y 54 segundos, un registro que también le supuso la marca mínima para participar en el Mundial de la distancia, que debe celebrarse, en una fecha todavía no designada, en Sudáfrica. Dada su edad, compitió también en veteranos, en su caso Master 40, donde lógicamente fue primera.
Este año ha fichado por el CA Els Sitges de Burjassot, especializado en ultrafondo. Pese a ser atleta de élite y con un notable palmarés –cuatro veces campeona de Catalunya de Maratón, una vez campeona de Media Maratón, además de una plata y un bronce y séptima en el Mundial de 100 kilómetros de 2018–, Mireia, como cualquier atleta que no vive del deporte, tiene que compaginar los exigentes entrenamientos y las competiciones con su trabajo de profesora de educación física (en el Arabell y el Terraferma) y de entrenadora personal. “Mi día a día es un croquis”, explica.
“Adapto los entrenamientos a la agenda, a veces lo hago antes de ir al colegio o por la tarde.. depende de las clases o las sesiones como entrenadora personal. Mi día se reparte entre la casa, mis dos trabajos, los entrenamientos y el cuidado de mi hija Blau, que ahora tiene 9 años”, añade.
“Mi hija viene a las competiciones y entramos siempre juntas en meta. A Burjassot no pudo venir porque tenía ella una competición de gimnasia artística. Nació en febrero y en octubre ya estaba compitiendo.
Y hasta los 3 años le daba el pecho antes de cada carrera”, señala.Mireia Sosa Pérez nació en Tarragona el 7 de julio de 1980 y desde 1999 vive en Lleida. “Vine a estudiar INEF, acabé la carrera y me quedé aquí”, señala. Empezó en el baloncesto.
“Jugué en el Sagrat Cor de Tarragona, el Nàstic y cuando vine a Lleida, en el Secà. También fui entrenadora de base en el entonces Lleida Bàsquet. En el 2004 dejé el baloncesto, empecé a trabajar como monitora en el Gimnàs Lleida y empecé a correr.
Fui haciendo marcas y empecé a competir. Siempre he sido muy competitiva y correr por correr, no lo veo. Necesito fijarme objetivos y retos”.Admite que “ir al Mundial de Sudáfrica me hace mucha ilusión.
Tengo la mínima pero falta que la Federación Española me convoque”, explica. “El tiempo que hice es la tercera mejor marca de toda la historia en esta distancia y, entre las que podemos ir al Mundial, ahora tengo la segunda mejor marca”.Sería su segundo Mundial, pero el primero de 50 kilómetros. “En 2018 fui con España al Mundial de Croacia, pero era de 100 kilómetros.
La distancia de 50 se homologó más tarde. Quedé séptima”, recuerda. Es también una habitual de las carreras populares, en las que compite con el Xafatolls.Su larga trayectoria ha estado marcada por las lesiones.
“Las he tenido todas. A los 15 años, jugando a baloncesto, me rompí el menisco y los cruzados anteriores, que no se regeneran. Así que corro con los cruzados rotos”.
Y en abril de 2022 “me rompí el peroné en el Maratón de Zaragoza. Lo acabé con el pie roto. Empecé a correr otra vez en agosto”.