Firmaron el punto

El Lleida planteó ayer su partido en Santa Eulària como un ejercicio de supervivencia y consiguió volver a casa sin encajar goles, sumando así un punto (0-0) contra una Peña Deportiva que lleva toda la temporada instalada en las posiciones punteras de la tabla. Con una defensa mermada por la lesión de Gaixas y la expulsión de Pladevall, y visitando un campo en el que solo había ganado el Espanyol B, Ángel Viadero tuvo que recomponer el equipo en su segundo partido en el banquillo azulY lo hizo con tres cambios respecto a su primer once. Además de ‘resucitar’ a Joan Monterde, que solo había jugado 10 minutos en los últimos cinco encuentros, también dio entrada a los dos mallorquines que acaban de llegar, Damià Sabater y Joan Campins, este último fichado el viernes y con solo dos entrenamientos a sus espaldas.La escasez de efectivos en la retaguardia la suplió Viadero defendiendo por acumulación, y planteando una línea de tres centrales, siendo Roger Figueras el único defensa central de formación, flanqueado por teóricos laterales como Òscar Rubio y el propio Campins.Y el invento obligado no le salió mal al cántabro, pues la estructura defensiva de los azules resistió durante los más de 95 minutos que duró un encuentro en el que se vieron sometidos, pero con escasas ocasiones de mucho peligro para ninguna de las dos porterías.

El primero en avisar fue el Lleida, con un disparo de Alpha desde la media luna que le salió demasiado centrado y pudo blocar Edu Frías.Eso sucedió en el ocho, un par de minutos antes de la respuesta de los ibicencos con otro disparo lejano que obligó a aparecer a Iñaki, en su regreso a la que fue su casa la temporada pasada.Ese par de llegadas iniciales podía hacer pensar un partido muy abierto, pero nada más lejos de la realidad. Aunque en el primer tiempo, el Lleida se acercó tímidamente alguna vez más, ni Alpha ni Chuli inquietaron demasiado a una Peña que solo dispuso de un disparo potente de Goyo que Iñaki desvió a córner.En el segundo tiempo, a medida que pasaban los minutos, el Lleida renunció a atacar y después de un remate de Alpha que desvió la defensa en el minuto 71, los azules casi no pisaron el campo rival.Los locales embotellaron a los leridanos cerca de su área, pero ni en la retahíla de centros laterales ni en algún disparo lejano llegaron a generar alguna ocasión que supusiera un riesgo real de que el Lleida perdiera un punto que se trabajó mucho.El empate, aunque no da para salir del descenso, sirve para cortar una racha de dos derrotas seguidas y debería permitir sentar las bases de un Lleida que necesita de esta solidez para huir del infierno en el que se ha metido por deméritos propios.