El equipo arbitral del Térmens-Pardinyes denuncia que fueron acosados al final del partido

“Después os quejáis si os pegan”, “aún os pegan poco” y “os deberían pegar cada semana, payasos” fueron algunos de los improperios que tuvo que sufrir el pasado domingo el equipo arbitral del Térmens-Pardinyes, de Segunda Catalana, a la finalización del partido por parte de jugadores y aficionados locales, según el acta del colegiado. El desencadenante fue una acción en la que el portero del Térmens despejó en el salto ante un jugador del Pardinyes. Según la versión del Térmens, a consultas de este diario, es que en primera instancia uno de los jueces de línea, J.B., habría levantado el banderín indicando posición antirreglamentaria de fuera de juego que invalidaba la acción.

Pero, tras recuperarse el jugador del Pardinyes, siempre siguiendo la versión dada a este diario por el Térmens, la decisión arbitral se transformó en un penalti contra el equipo local, que dio lugar al gol del empate visitante en el minuto 82 del encuentro. “El juez de línea quiso ser el protagonista del partido, es más, el trío arbitral quiso ser protagonista. Cambiaron la decisión después de que el portero del Pardinyes hablara con el juez de línea, mientras atendían a su compañero de equipo.

Y nos dijeron que se conocían”, explicó el presidente del Térmens Jordi Desongles, que reconoció que hubo malestar con los árbitros, pero ve el acta “exagerada”. “Hubo un jugador nuestro que le dijo al juez de línea ‘eres un cagón’ una sola vez. Condenamos todo tipo de violencia.

Solo hay que ver que vamos segundos en el trofeo Joc Net que organiza la Federación. Y tampoco tenemos nada contra el Pardinyes. De hecho, cuando les cambien el césped vendrán a nuestro campo a entrenar”, dijo Desongles.

El Térmens ha enviado a la delegación territorial un escrito, con imagen incluida, para intentar demostrar que la acción que desencadenó las protestas tras el partido fue un error arbitral.El colegiado J.S.P. reflejó en el acta que dos jugadores del Térmens, M.O.C. y J.L.P., increparon tras el partido al equipo arbitral dificultándole la entrada en el vestuario y produciendo un tumulto de gente del equipo local, incluidos aficionados, a menos de un metro de ellos y donde no se les garantizaba su espacio personal.