El Força Lleida recibe hoy al Valladolid (21.00), Biram Faye será el nuevo pívot de los leridanos

El ICG Força Lleida ya tiene una nueva pieza para su maltrecho juego interior. Se trata del senegalés Biram Faye, de 22 años y 2,08 metros de altura que llega en calidad de cedido por el Bnei Herzliya de la Liga de Israel. El jugador de Dakar, que tiene previsto llegar este mediodía a Lleida, ya fue inscrito ayer en la FEB y esta noche (21.00) ya podría gozar de sus primeros minutos en el duelo frente al Valladolid.

Faye, que destaca por su capacidad intimidadora y reboteadora, ya conoce de sobra la LEB Oro, dado que anteriormente había militado en el Gipuzkoa y el Girona, equipo este último en el que promedió 7 puntos y 5 rebotes en la temporada 2020-2021. Aunque no habrá hecho ningún entrenamiento completo, Gerard Encuentra podría echar mano de Faye si así lo requiere un partido que va a ser muy físico, y teniendo en cuenta que Bryce Nze es baja segura y Sidibé está prácticamente descartado. El técnico confía en el apoyo de la afición para tumbar a un Valladolid que en la primera vuelta pasó por encima del Força Lleida, infligiendo la derrota más abultada de la historia del club (40 puntos, 97-57).

“En el Barris Nord la gente nos ayuda mucho, hemos hecho de él un fortín, donde hacía casi un año que nadie ganaba y tenemos que seguir así. Los aficionados tienen que saber que ahora vamos un poco limitados en el juego interior y que los necesitamos más que nunca. Ojalá podamos comenzar de nuevo una buena dinámica en casa, que el pabellón sea una olla a presión y que el rival sepa que ganar aquí cuesta mucho”, señaló.

“Nos exigirán muchísimo en defensa. Somos un equipo pequeño y tendremos que jugar a un ritmo rápido, intentar hacerles daño en las transiciones y ser capaces de provocarles desajustes defensivos. El rebote será muy importante”, avisó.Por su parte, Paco García, técnico de los vallisoletanos y que dirigió unos meses al desaparecido Lleida Bàsquet en su última temporada en ACB, destacó el nivel del equipo leridano, pero lamentó que se haya caldeado el partido por lo que ocurrió en la ida.

“Nosotros hicimos un grandísimo partido y Lleida quizás el peor en muchos años, por eso ganamos de 40 puntos. Mirar más allá o querer vender una guerra santa en un partido de baloncesto me parece de una estupidez infinita”, dijo García, que aseguró que “en Lleida en primera fila no se escuchan cosas agradables, pero no me asusta”. El partido también viene condicionado por los árbitros, ya que se han designado a dos (Morales y Gómez) de los tres del partido de ida, en el que Carrera y Juani Marcos acabaron descalificados.