Goleada en Sagunto, el Lleida Esportiu queda tocado y hundido (4-0)

El Lleida Esportiu tocó fondo ayer en Sagunto (4-0). Los azules no dieron señales de vida en su visita el Nou Camp de Morvedre y fueron un juguete en manos de un Atlético Saguntino que fue el único que parecía saber lo que había en juego en un duelo directo como este

El Lleida encajó cuatro goles, pero una parada de Iñaki y el larguero evitaron una derrota mayor

Aunque el primer ataque del partido lo protagonizó Agüero, con un disparo que rebotó en un cuerpo rival, fue prácticamente lo único reseñable de los de Viadero. Al instante, una indecisión de Iñaki Álvarez saliendo de su portería derivó en el primer susto real y evidenció que no sería una buena jornada. No hizo falta esperar demasiado para confirmar lo que estaba por llegar. En el minuto ocho, un centro de Acevedo lo cabeceó Pedro Torres, llegando desde segunda línea libre de marca, para adelantar al Atlético Saguntino (1-0) y empezar a percutir en la mente de un Lleida que con cada golpe que recibe se vuelve más y más frágil. El único intento de reacción fue a los pocos minutos, con un buen balón de Nani y un remate de Mario Rivas, titular ayer en el lugar de Chuli, que hizo volar a Lavín para mandarla a córner. Fue la única parada del guardameta local, que fue un espectador más de la masacre que sufrió el Lleida. No obstante, el castillo de naipes se desmoronó a partir del segundo tiempo, pues la primera parte se desvaneció sin pena ni gloria, entre un saque de banda por aquí, una falta lateral por allá y una multitud de interrupciones, lesión del local Kike Torrent incluida, que derivó en un buen rato de parón y, a la postre, su sustitución.

Viadero presenciaba desde la banda como su equipo era incapaz de generar un mínimo de inquietud a Lavín, e intentó cambiarlo al descanso con un triple cambio, algo inaudito en él, pues desde su llegada ha demostrado ser más partidario de esperar para mover ficha en condiciones normales. Pero la entrada de Denys, Diamanka y Chuli no cambió absolutamente nada. El Saguntino, haciendo uso del abecé de lo que se necesita para sacar triunfos en estas categorías, martilleó al Lleida en el balón parado. Primero, con el 2-0 en el minuto 51, aprovechando una falta que Luis Navarro remató ante la incredulidad de Iñaki Álvarez, que vio como sus compañeros perdían de forma incomprensible la marca. Cuatro minutos más tarde, el camerunés Kalvin Ketu no dejó escapar la enésima falta de intensidad del Lleida, que defendió (por decir algo) un saque de banda tan mal que permitió que un remate en semifallo sorprendiera a Iñaki, que estuvo mal, en la línea de sus compañeros (3-0).Una falta, un saque de banda.. y faltaba el córner. La cuarta cornada para el Lleida llegó de esta forma. Un saque de esquina rematado en el área pequeña impactó en el palo y nadie fue capaz de anticiparse al rechace, que cayó en el área pequeña y Luis Navarro agradeció el regalo con su doblete particular (4-0, 70’).

El Saguntino ya había perpretado la matanza con el 4-0 que acabaría siendo el definitivo, pero el descalabro habría podido ser de dimensiones todavía mayores.El Lleida izó la bandera blanca en señal de rendición y suplicando clemencia, pero el equipo local buscó todo lo contrario, hacer más sangre. En dos jugadas casi consecutivas estuvieron muy cerca de la ‘manita’. Iñaki Álvarez lo evitó desviando un tiro cruzado de Juanma García y el rebote tampoco lo pudo convertir Nacho Ramón y, casi de forma consecutiva, Juanma Acevedo soltó un latigazo con la pierna zurda que escupió el larguero, evitando un marcador más vergonzoso. Finalmente, un Lleida sin alma acabó saliendo escaldado de Sagunto contra un equipo que ya lo aventaja en cuatro puntos y que deja a los de Viadero tocados de muerte. Demostrar menos de lo que demostraron ayer es imposible, y en caso de repetirse la imagen en las próximas semanas, el fantasma del descenso va a pasar de ser una pesadilla en la que nadie quiere pensar a convertirse en un monstruo que acecha más a cada jornada que pasa.