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Balàfia Vòlei, el club que ha recuperado el voleibol masculino en Lleida

Ha logrado en diez años tener equipos en todas las categorías

El Balàfia Vòlei cuenta esta temporada con unos 80 jugadores, repartidos en ocho equipos, incluido el sénior de Superliga 2.

El Balàfia Vòlei cuenta esta temporada con unos 80 jugadores, repartidos en ocho equipos, incluido el sénior de Superliga 2.Balàfia Vòlei

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“El club nació con la idea de recuperar en Lleida el voleibol masculino, un deporte con mucha tradición en la ciudad y que se había perdido”, explica Vanesa Ortega, presidenta desde 2019 del Balàfia Vòlei, entidad fundada en 2012 y que ha pasado en sus once años de vida de la nada a tener 80 jugadores, en 8 equipos, con representación en todas las categorías. “La valoración es superpositiva, porque es muy difícil empezar de cero y en estos once años se ha hecho un trabajo brutal. Es una gran satisfacción porque en este tiempo el sénior ha llegado a la Superliga 2 y ahora el objetivo es consolidar lo que tenemos y que los equipos de base vuelvan a estar de nuevo entre los mejores de Catalunya y de España”, añade. De hecho el club nació gracias a la iniciativa de un grupo de exjugadores del Episcopal, que habían llegado a competir en la máxima categoría estatal y se propusieron recuperar el voleibol masculino en la ciudad. “El club se funda formalmente en 2012 pero ya en la temporada 2010-11 este grupo de jugadores empieza a competir en Tercera Catalana en Torrefarrera”, explica Ortega, quien añade que, tras la inauguración del pabellón de Balàfia, actualmente Juanjo Garra, “Toni Baró, presidente de la AAVV de Balàfia habló con el equipo y nos ofreció jugar en el nuevo recinto deportivo. Y así se formó el Balàfia Vòlei”, recuerda. En ese grupo de jugadores estaba un histórico del voleibol leridano, Juan Campillos, que fue el primer presidente del club.

““Aunque el principio el club solo tenía un equipo sénior, la idea siempre fue la de crear base”, señala la dirigente. “Empezamos contactos con Àngel Biosca, un profesor del Colegio Claver, para que el equipo cadete que llevaba él se viniera al club, aunque por desgracia Biosca falleció unos meses después. Iniciamos también campañas de captación en los colegios”. El club se dedica únicamente al voleibol masculino. Ortega recuerda que “en 2015 empezamos a tener equipos femeninos, pero eso fue hasta la temporada 2021-22, cuando llegamos a un acuerdo con el CECELL para que ellos se dedicaran en exclusiva al femenino”. El sénior subó en 2015 a Primera Nacional y el año pasado a la Superliga 2, pero para Ortega este es el espejo para captar base, algo a lo que, curiosamente, ha ayudado una serie de animación que emite TV3, “Haikyu”. “A nivel de Catalunya se nota un mayor interés desde que la emiten”. El club, sin la base, afirma que “no tendría sentido. Y los canteranos han de tener presencia en el primer equipo”,

“Este deporte es una pasión que no quiero dejar escapar””

Ferran Sebé (izquierda) y Carlos Solanes

“Sé que es muy difícil poderte ganar la vida jugando a voleibol, pero este deporte es una pasión que no quiero dejar escapar”. Carlos Solanes, de 18 años, estudia un grado formativo de informática y forma parte del equipo júnior del Balàfia Vòlei, club en el que milita desde el 2018. Además, esta temporada ha recibido el premio de debutar con el primer equipo en Superliga 2, después de haber entrenado durante gran parte de la temporada también con el conjunto sénior. “Es un poco locura, porque tienes tu vida fuera y entrenar con los dos equipos te hace terminar muy cansado. Pero el entrenador, Sergi Mirada, demuestra que tiene mucha confianza en nosotros (los júniors) y es que vale la pena el esfuerzo porque te da la oportunidad de crecer como jugador”, decía Solanes. El leridano se inició en el deporte hace casi cinco años “porque un amigo se apuntó y me convenció para que le acompañara”. Solanes recuerda que en sus inicios “en el equipo íbamos seis justos y era un poco sálvese quien pueda, porque los mismos seis del equipo también éramos la selección leridana al completo”. Sin embargo, el leridano reconoce que “en los últimos años el deporte entre los chicos ha crecido mucho, porque también soy árbitro de la Liga Escolar y ves que ahora en los equipos hay casi tantos chicos como chicas, mientras que en mi época no había casi niños. En eso, la presidenta (Vanesa Ortega) ha tenido un gran papel”.

“El voleibol me encanta y es un amor que me viene de mi familia””

Ferran Sebé, de 15 años, lleva toda una vida ligado al voleibol. Empezó a jugar en el Balàfia Vòlei hace casi ocho temporadas, en el equipo alevín, y como uno de los primeros chicos de su edad. “Cuando empecé a jugar estaba yo solo con todo de chicas en el equipo”, declaró el joven a SEGRE, antes de añadir que “poco a poco se fueron apuntando más chicos hasta que pudimos hacer un equipo masculino”. Pese a que ya hace ocho años que compite en el Balàfia Vòlei, su pasión por el deporte empezó mucho antes. “El voleibol me viene de familia, ya que tres primos míos: Jordi, Juanjo y Mario (este último estadista del primer equipo del Balàfia) han jugado siempre al deporte, les iba a ver siempre y al final me apunté a jugar”, excplia, Sebé que confiesa que “la verdad que es un deporte que me encanta y me gustaría seguir en él muchos años”. Actualmente milita en el cadete A de la entidad leridana, en la posición de colocador, como dos de sus tres primos. “De pequeño me gustaba ser punta, pero un entrenador me dijo que probara en la posicioón de colocador y me sentí muy cómodo allí también”, explicó. Su sueño es seguir vinculado con el deporte de cara al futuro, aunque confiesa que lo hará siempre que sea compatible con la profesión a la que se quiere dedicar en un futuro. Sebé explicó que “estoy estudiando cuarto de la ESO, pero me gustaría ser mecánico de competición. Es complicado, pero me gustaría combinar las dos cosas en el futuro”.

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