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FÚTBOL SEGUNDA RFEF

Raúl Fuster, director deportivo del Lleida: "El objetivo es volver a tener credibilidad"

El director deportivo del Lleida quiere que el club “vuelva a estar dentro de poco cerca de metas importantes y en categorías superiores”, además de ayudar a reconstruir una base muy deteriorada en los últimos años

Raúl Fuster, el pasado domingo junto al banquillo durante el partido ante el Hércules.

Raúl Fuster, el pasado domingo junto al banquillo durante el partido ante el Hércules.JORDI ECHEVARRIA

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¿Qué supone para usted su regreso al Lleida Esportiu?

Volver a mi segunda casa, casi a la par con Elche que es donde nací y me formé como futbolista. Aquí es donde más partidos he jugado y donde mejor me he encontrado. Luego, tras dejar de jugar, fue mi primer sitio para trabajar y regresar ahora me hace sentir muy responsabilizado, con muchas ganas y esperando que salga todo lo mejor posible.

Ya tuvo una primera, aunque corta experiencia, con Jordi Esteve como director deportivo.

Sí, fue el primer año en el que también Molo dejó de jugar y vino como entrenador. Me incorporé al área de fútbol donde hacía de secretario técnico y de enlace de la plantilla y cuerpo técnico con la directiva. Ahora se trata de liderar un poco el proyecto. En el club hay gente nueva e intentaré aportar mi experiencia a nivel deportivo y ponerla a servicio del club para que el Lleida vuelva a estar dentro de poco cerca de objetivos importantes y en categorías superiores.

¿Tendrá también influencia en el fútbol base?

Hay un coordinador que es Salva Cambray y personas que se ocupan más, pero es verdad que vengo de dirigir durante tres años a un club de fútbol base y ya les comenté que lo que necesiten de mí, a nivel de supervisión y ver cómo podemos mejorar y reactivar la base que está mal en los últimos años, pues también lo aportaré. En principio, me centraré en el primer equipo pero durante una temporada da tiempo para todo. Cuantos más sumemos en el primer equipo y en la base más podremos ayudar a crecer al club.

¿Qué les expuso a los dirigentes del club?

Expliqué cosas sencillas, normales, mi forma de trabajar, la base de datos que habíamos trabajado, el perfil de jugador que vemos. Pusimos cosas en común y la manera que tengo de ver el fútbol. Conozco el Lleida, la ciudad, lo que la gente quiere para que se sienta orgullosa del equipo y fue eso lo que les presenté. Nada fuera de la normalidad. Soy un tipo muy normal y creo que fui muy claro con lo que pienso que puedo aportar. Yo encantado de que les gustara y que se decidieran a que viniera. Mi idea como director deportivo es no acaparar los focos sino que los protagonistas sean los jugadores y el cuerpo técnico. Solo quiero aportar desde mi función para que el club crezca.

Ahora mismo todo está pendiente de lograr la permanencia.

Por supuesto, lo más importante y el foco y la energía tiene que estar ahora mismo en salvar la categoría en los cinco partidos que nos quedan. A partir de ahí, nos sentaremos, hablaremos y veremos todas las opciones que hay. Pero repito: es muy importante que el equipo se salve y no tengo ninguna duda de que así será. No quiero ni nombrar que pase lo contrario, pero en ese caso hay una segunda variable.

También está pendiente que la situación institucional del club se desencalle de una vez por todas y se pueda acometer el proyecto de la ciudad deportiva.

Sí, el tema jurídico se está trabajando y al final lleva un proceso y un tiempo, pero entiendo que se resolverá y que todo se pondrá en su lugar para que haya más tranquilidad y se pueda planificar a medio-largo plazo. En cuanto a la ciudad deportiva es clave para cualquier club y para el Lleida Esportiu se le abriría un mundo. Son temas complicados y laboriosos, pero que terminarán llegando a buen puerto. Estoy convencido.

Dice que la ciudad deportiva le abriría un mundo al club, que tiene un fútbol base muy deteriorado.

Sí, hacer las cosas mal durante un tiempo al final repercute y está en una situación complicada. Pero estoy convencido de que el Lleida sigue siendo el equipo referente de la ciudad por su primer equipo, por nombre y por historia y el objetivo es volver a tener credibilidad, dar imagen de seriedad, tener buenos formadores y una metodología de trabajo que, con el paso de los años, la gente vuelva a creer en lo que el club puede aportar al fútbol base. Si el club es capaz de tener una instalación propia, donde los medios de trabajo sean mejores y el primer equipo va escalando categorías, pues los chavales jóvenes querrán jugar aquí. Con trabajo, siendo honestos y haciendo las cosas bien, sobre todo invirtiendo en recursos humanos, en gente capaz, creo que el club podrá volver a tener a medio-largo plazo un fútbol base potente.

No parece que será fácil y más teniendo en cuenta que hay muchos clubes en la ciudad dedicados al fútbol base.

Al final, es una capital de provincia y un club histórico que, por nombre, debe volver a donde debiera, pero es verdad que se viene de años complicados en la base y va a costar. Yo confío en que se pueda revertir la situación, sobre todo más que por cantidad de equipos, por calidad. No creo tanto en el volumen, sino en que formemos gente que pueda salir fuera, que podamos nutrir al primer equipo, que el Juvenil esté en División de Honor, darle una vuelta al Lleida B para que pueda ser competitivo y esté arriba, tener cadetes, infantiles y una buena estructura de fútbol 7 que ahora mismo no la hay. En fin, muchas cosas que con honestidad y trabajo se podrán conseguir.

El Lleida había sido en diversas épocas un trampolín de jugadores que han llegado a la élite.

Evidentemente, potenciar la cantera para nutrir al primer equipo y buscar jugadores que puedan dejar un traspaso o algún tipo de beneficio el club son los parámetros en los que nos tenemos que enfocar. Vemos ejemplos en el Villarreal, el Sevilla o el mismo Barça en épocas, que cuando un club invierte en el fútbol base tiene un retorno deportivo y económico. O fichar jugadores que luego pueden dar el salto al fútbol profesional y, si no te dejan un beneficio económico, al menos que sirva para que otros quieran venir aquí porque se revalorizarán. Así ocurrió en los casos de Jaime Mata, los canteranos Jesús Imaz y Pere Milla o Jorge Miramón.

¿En su ideario se incluye un modelo de juego uniforme desde el primer equipo hasta la base?

Considero que es muy difícil hacer un modelo como el que tiene el Barça porque cada categoría de la base y cada hornada de jugadores te exigen una cosa. Creo que debemos tener una señas de identidad como, por ejemplo, la presión tras pérdida, que el equipo sepa cómo organizarse cuando no tenga el balón, cómo atacar espacios, es decir no creo tanto en un modelo de juego como en unas características unificadas.

Ha firmado por esta y la próxima temporada. Parece poco tiempo para desarrollar su proyecto.

Esperemos que salgan las cosas bien y ojalá pueda seguir aquí muchos años más. Sobre todo, me gustaría un ascenso que no pude conseguir como jugador.

¿Tiene ya en mente el entrenador de la próxima temporada?

Tenemos que hablar con Ángel Viadero, que está haciendo una labor importante, escucharlo y al final veremos. Ahora no es el momento.

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