Triunfo vital del Lleida Esportiu para alejarse del play-out (2-0)

Segunda victoria consecutiva para un Lleida Esportiu que tuvo una plácida Diada de Sant Jordi con la visita de un Mallorca B (2-0) rendido casi antes de empezar y que cerró la jornada siendo equipo de Tercera. Y eso es precisamente lo que pelean por evitar los azules, que acumulan 13 de los últimos 18 puntos en juego y se cargan de motivos para afrontar las últimas tres jornadas con el convencimiento de que van a salvar la categoría. Para ello, Ángel Viadero ha decidido confiar en un bloque que apenas altera y que ayer, de inicio, fueron los mismos once elegidos la semana anterior en Ibiza.

Para no repetir los errores de los dos últimos partidos en casa, cuando los rivales se pusieron por delante en la primera mitad, el Lleida salió mucho más enchufado. De hecho, en la primera jugada del encuentro, cuando apenas habían transcurrido 25 segundos, Chuli mandó un disparo lejano al larguero. Los azules se hicieron con el mando del juego y sometían constantemente a la defensa mallorquinista, a quién le costaba parar a Alpha y Campins por la derecha o descifrar la forma de que Agüero no hiciera daño entre líneas. De hecho, lo único que frenó al Lleida en los primeros minutos fue la desgraciada lesión de Roger Figueras, que tuvo que dejar su sitio a Arnau Gaixas en el minuto 17.

El Lleida acusó el parón de unos minutos y al retomarse el juego Òscar Rubio tuvo que parar un ataque muy peligroso de los baleares con una falta clara por la que fue amonestado, pero eso sirvió para activarse de nuevo. En una de las muchas jugadas a balón parado, en este caso tras un saque de banda, llegó el golazo inaugural de Nani. Al alicantino le cayó un balón llovido en la frontal y no se lo pensó. La empaló de primeras, con mucha potencia y directa a la escuadra izquierda del marco de Jaime Durán, que no pudo hacer nada para evitar que el Camp d’Esports celebrase un gol espectacular del lateral, su primero con el Lleida. El tanto mandó el partido encarrilado al descanso aunque con un marcador corto, con el medio lógico que eso supone.

Pero ese miedo era casi exclusivamente por la ínfima distancia en el marcador, pues el Mallorca B no había dado ninguna muestra de maldad hasta ese momento. Y tampoco la dio hasta el final del partido. Parecía cuestión de tiempo que llegara el gol de la sentencia, aunque dados los muchos puntos que ha perdido este Lleida cuando parecían ganados, todo podía pasar. Pero si algo ha conseguido Ángel Viadero desde que aterrizara en el Camp d’Esports ha sido dotar al equipo de una concentración defensiva todavía mayor. El Lleida no le concedió la más mínima opción a su rival, y en un córner lanzado por Agüero, Arnau Gaixas entró con todo desde segunda línea y medio cayéndose, logró chutar con su pierna derecha para anotar el gol de la tranquilidad.

El central, que entró desde el banquillo por la lesión de Figueras, marcó su tercer gol de la temporada pese a haber estado casi tres meses lesionado y volvió a demostrar que si el físico le acompaña, es un jugador decisivo en las dos áreas. A partir de ese momento, y aunque quedaba casi media hora por delante, el ritmo cayó en picado y mientras el Lleida minimizaba los posibles riesgos, tanto en forma de lesiones como de goles en contra, su rival contaba los segundos para convertirse oficialmente en equipo de Tercera RFEF.

Por el bando azul, estos tres puntos, que son seis seguidos y 13 de los últimos 18, abren una pequeña brecha de tres puntos respecto a la promoción de descenso y de cuatro con el descenso directo. Se vislumbra la luz al final del túnel, pero para acercarse todavía más a la salida, el próximo partido en Badalona (domingo a las 18.00h) puede ser definitivo. El equipo barcelonés está con 40 puntos, los mismos que el Lleida, y el que consiga salir victorioso del duelo podrá afrontar las últimas dos jornadas con mucha más placidez.