Final al conflicto entre el Linyola y la árbitra: derrota 0-3 por rebelarse contra la colegiada

El subcomité de competición de la delegación territorial de la Federación Catalana de Fútbol acordó ayer dar por perdido el partido al Linyola B al considerarle culpable de la suspensión del encuentro de Cuarta Catalana que iba ganando 1-0 ante el Cervera B, debido a que la colegiada explicó en el acta que se produjo una situación de “insubordinación” de los jugadores locales hacia su persona. La derrota en un partido, en el caso de que sea por sanción, es por el resultado de 3-0. En este caso, sería de 0-3.

Cabe recordar que la árbitra del Linyola B-Cervera B, A.S.L., decidió suspender el partido en el minuto 61, con el resultado de 1-0, después de pitar un penalti a favor del equipo visitante y verse rodeada por los jugadores locales. Según explicó en el acta arbitral, tras pitar la pena máxima, se encontró ante una situación de “insubordinación colectiva con los jugadores del equipo local que han rodeado mi persona en diversas ocasiones haciendo caso omiso a mis instrucciones”.

La colegiada reconoció, además, en su escrito que “no he podido reconducir la situación” y argumentó que los jugadores del Linyola B no le permitían seguir con el desarrollo del partido, al tiempo que aseguró que les advirtió “en tres ocasiones”. El acta concluía que “ante esta situación en la que no puedo aplicar mi autoridad” la colegiada procedió a decretar el final del partido tras comunicar su decisión a los delegados de ambos equipos.

El miércoles de la semana pasada, el subcomité abrió expediente a este partido para recibir las alegaciones y recursos que pudieran aportar las diferentes partes. La resolución tuvo lugar ayer y se trata de una sanción bastante insólita en el fútbol leridano al dar por perdido un partido a un equipo masculino por no acatar la autoridad en este caso de una árbitra.