LOS DETALLES
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El Lleida no pudo ganar su tercer partido de forma consecutiva, pero logró rescatar un punto ante un Badalona que tuvo más ocasiones de gol || Iñaki Álvarez fue el protagonista parando un penalti y salvando a los azules de meterse en serios problemas
El Lleida sufrió y sudó para conseguir un punto en su visita a Badalona (0-0), en un encuentro con pocas ocasiones en ambas porterías. No obstante, aunque en ataque se prodigaron poco, los azules acabaron dando por bueno un punto que podría haberse esfumado de no ser por Iñaki Álvarez, que paró un penalti en la primera mitad y estuvo muy seguro en la segunda. Quizá parte de ese poco bagaje ofensivo de los de Ángel Viadero fue por un cambio de planes forzado pocos minutos antes del partido.
Chuli, que partía como titular en la alineación, se lesionó durante el calentamiento y acabó siendo desconvocado a última hora. Su lugar en el once lo ocupó Mario Rivas, que iba a ser suplente, mientras que Comeras, que iba a estar en la grada, acabó estando en el banquillo, aunque no jugó.Con este contexto, el duelo arrancó con un Lleida tomando el rol protagonista en los primeros minutos, lo que se tradujo en un disparo lejano de Diamanka que el rebote en un defensa casi convierte en gol y en varios saques de esquina que no supusieron mucho peligro.Pero, a partir del cuarto de hora, los papeles se invirtieron y fue el Badalona el que empezó a llegar con más asiduidad a los dominios de Iñaki.El portero del Lleida tuvo que sacar un pie providencial para mandar a córner un disparo de Mateo en el minuto 17, poco antes de erigirse en el salvador definitivo para su equipo.Diez minutos más tarde, la falta de contundencia en el área defensiva acabó en un penalti cometido sobre Dani Merchán.El centrocampista Cortés asumió la responsabilidad y disparó fuerte y cruzado, pero se encontró con la manopla derecha del portero del Lleida, que le negó el gol y mantuvo el 0-0 en el marcador. En los compases finales del primer tiempo el Badalona no pareció acusar la decepción de fallar un penalti y tuvo más acercamientos a portería que el Lleida, que se limitó a defenderse para mantener el empate al descanso.En la reanudación, con un cambio obligado con la entrada de Monterde por un dolorido Nani, el partido no cambió en exceso.