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El Club de Fútbol Seròs: el éxito de una reinvención

Por falta de jugadores cambió el fútbol 11 por el fútbol sala

Foto de familia de todos los equipos del Club de Fútbol Seròs, que cuenta esta temporada con once equipos.

Foto de familia de todos los equipos del Club de Fútbol Seròs, que cuenta esta temporada con once equipos.

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“En pueblos como Seròs tenemos problemas de natalidad, de gente que se va a los clubes negocio de Lleida y llega un momento que no hay gente para hacer equipos de fútbol”, relata Josep Albà, presidente del Club de Fútbol Seròs, entidad que mantiene este escudo y este nombre “para respetar el escudo histórico”, pero que hace unos años decidió dejar el fútbol 11 y dedicarse al fútbol sala para que los niños y niñas de la localidad siguieran teniendo la oportunidad de hacer deporte sin tener que ir a otras poblaciones.

Nacido como Escola de Futbol Ponent, el club reunía a jugadores de las poblaciones próximas y, aunque se dedicaba básicamente a la base, llegó a competir una temporada con un sénior en Cuarta Catalana –temporada 2018-19–. Pero al final de la temporada 2019-2020 la EF Ponent sufrió la marcha de más de veinte jugadores, lo que obligó al club a reinventarse y apostar por el fútbol sala. “Empezamos con cuatro equipos, en un año pasamos a 9 y esta temporada tenemos 11 en competición”, explica Josep Albà, el presidente que ha luchado y ha hecho posible que esta población del Baix Segrià, de poco más de 1.900 habitantes, siga teniendo un club deportivo.

Como presidente el proyecto lo tengo claro. El deporte alimenta a una sociedad, es un win-win. Tenemos unas buenas instalaciones, que nos cede el ayuntamiento de Seròs y tenemos el apoyo del consistorio, de la Diputación y numerosos colaboradores de Seròs que creen en el proyecto.

Todo ello hace posible cubrir un presupuesto de 35.000 euros “sin tener que gravar el bolsillo de las familias, ya que cobramos cuotas muy razonables”, añade. “Por parte de la Federación Catalana tenemos las mismas exigencias que un club grande, ya que cada partido cuesta unos 150 euros en arbitraje”, destaca. Tanto esfuerzo está teniendo su recompensa. El equipo sénior femenino, por el que el club apostó hace ya varios años, ascendió la pasada temporada a la División de Honor, categoría en la que es tercero y en la que es el único representante de Lleida y, como recuerda el propio Albà, “el equipo Pre-benjamín ha sido campeón de Liga y el sénior masculino también, en Tercera división”.

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