Triunfo del Lleida Esportiu para asegurar la permanencia (0-2)

El Lleida refrendó una semana más su gran final de temporada, con un cierre de curso para enmarcar, tras imponerse ayer en su visita al Espanyol B (0-2). Contra un equipo que se jugaba mantener la cuarta posición (que acabó perdiendo), el doblete de Chuli y otra actuación soberbia en defensa sirvieron para apuntalar la salvación definitiva sin la necesidad de mirar de reojo a los otros partidos.Ángel Viadero tuvo que inventarse un central como Joan Monterde, extremo de formación, ante las ausencias de Figueras y Arnau Gaixas, los dos centrales puros de la plantilla. Pero si algo ha conseguido el entrenador cántabro ha sido dotarle a su equipo de una identidad, independientemente de los nombres.Y en la Ciutat Esportiva Dani Jarque se volvió a demostrar.

Después de unos primeros minutos de posesión blanquiazul, que solo se tradujo en un disparo lejano de Abde que desvió Iñaki a córner, el Lleida empezó a sentirse más cómodo. El primer tiempo sirvió para tomarle el pulso al encuentro, avisar con algún disparo lejano de Mejía y una galopada de Alpha que no pudo definir bien Chuli, pero se llegó al descanso sin apenas ocasiones en ambas porterías. Seguro que en el vestuario los jugadores fueron conscientes que los marcadores de los rivales acompañaban, y que la salvación era casi un hecho, y en la segunda mitad pudieron demostrar todo su fútbol.

Otra vez Mejía, que ha acabado la temporada siendo intocable en la medular, recuperó un balón en campo contrario y habilitó a Chuli que, sin pensarlo mucho y con la pierna derecha, marcó un golazo que quitó de un plumazo toda posible presión (0-1). El andaluz se reencontró con el gol tras casi dos meses, y lo hizo por partida doble. Y no firmó un hat trick, en parte, porque poco después del primero, y también tras un gran pase de Mejía, se durmió y permitió a la defensa impedir un disparo franco. En el otro área, el Lleida volvía a mostrarse inexpugnable. Y las pocas veces que el Espanyol B logró chutar, como en un tiro de Roca antes del gol de la sentencia, apareció Iñaki. Poco después del aviso local, los azules tejieron una jugada por la izquierda entre Nani y Agüero que acabó en los pies de Chuli.

El 10 controló y la pelota quedó botando, casi prediciendo su destino final: una volea directa a la escuadra que fue un buen broche a la temporada del Lleida (0-2). Antes de celebrar de forma definitiva la victoria, el Espanyol B amenazó con meterse en el partido con un par de faltas, y una de ellas impactó en el palo, ya en tiempo añadido, pero el partidazo del Lleida merecía acabar sin encajar, y así fue. Al término del partido, celebración merecida, foto de familia con la fiel afición desplazada y que tanto ha llegado a sufrir con un descenso que se ha llegado a ver muy cerca. Al final, con las soluciones que se han encontrado a los problemas iniciales, el Lleida Esportiu sabe que seguirá compitiendo en Segunda RFEF y le espera un verano por delante en el que no puede repetir los errores del anterior. Aquellos que han impedido que un equipo confeccionado para luchar por subir, se haya salvado en la última jornada de campeonato.