FÚTBOL TERRITORIAL
Premio a la fidelidad
Marc Estrella, jugador del Soses durante 18 años, ha colgado las botas tras un ascenso histórico a Segunda Catalana || Ha sido el capitán casi una década
Ha colgado las botas tras 18 años de fidelidad a un único equipo, el Soses, y lo ha hecho además por todo lo alto con un ascenso histórico a Segunda Catalana del club, después de 28 años, y ganando por segunda edición consecutiva el Trofeo Pepito Esteve con el que se da por concluida cada temporada en el fútbol territorial leridano. Marc Estrella (Soses, 31-8-1987) se enfocará más, a partir de ahora, en su faceta profesional de fisioterapeuta, pero asegura que su “amor incondicional” por el Soses no va a cambiar. “Era, soy y seré del Soses, aquí he nacido y siempre estaré para lo que se me necesite, pero ahora mi objetivo es tomarme un año sabático.
¿Si algún día querré ser entrenador o jugar con los veteranos? No digo que no, pero ahora desde luego mi vida está enfocada en mi faceta personal y profesional”, explica Marc, que ha sido el capitán del equipo durante casi una década. En el último partido de Liga, donde lograron el ascenso venciendo al Athletic Almacelles, recibió toda clase de homenajes para un futbolista emblemático, que cede todo el protagonismo a sus compañeros. “Estoy muy orgulloso de la plantilla que hemos formado.
De los 24 jugadores, 22 somos del pueblo y los otros dos, de Rosselló y Sudanell, como si lo fueran por lo integrados que están. Esa es nuestra fuerza porque llevábamos cinco años picando piedra con el mismo bloque hasta que hemos conseguido el ascenso en una temporada de ensueño”, explica. Un ascenso que, al igual que él, piensa todo el pueblo que pudo haberse conseguido antes, pero el maldito Covid lo impidió.
La pandemia se llevó por delante al añorado técnico Ramon Espasa. El equipo iba lanzado hasta que se paró la competición y después vino el golpe más duro con el fallecimiento de Espasa. “Le dedico mi trayectoria a él.
Comencé con Ramon cuando tenía 8 años y me entrenaba en el Baix Segrià. Luego nos reencontramos en el Soses y si no llega a pasar esa desgracia hubiéramos ascendido. Fue un golpe muy duro para el equipo porque casi todos habíamos empezado con él”, rememora Marc.Otro recuerdo amargo es la única lesión grave que tuvo.
Fue en 2016 y se rompió el ligamento cruzado y el menisco. “Me pasé una temporada en blanco, por eso valoro más todo lo que he disfrutado en mi carrera”.