CICLISMO TOUR DE FRANCIA
Segunda victoria española al Tour
El donostiarra Ion Izagirre vuelve a reinar en el Tour de Francia siete años después || Vingegaard continúa de líder en vísperas de la montaña
Eufórico, lanzando besos al aire, entre lágrimas de emoción, Ion Izagirre (Cofidis) firmó ayer una victoria heroica en solitario en la duodécima etapa del Tour de Francia, disputada entre Roanne y Belleville-En-Beaujolais, de 168,8 km, jornada de transición en la general, que sigue encabezada por el danés Jonas Vingegaard. Siete años después de su primer éxito en Morzine, el vasco Ion Izagirre (Ormaiztegi, 34 años) volvió a saborear en tierra vínícola otra victoria, teñida de heroísmo y fuertes emociones que acabaron en lágrimas de felicidad. En solitario, el guipuzcoano tuvo tiempo para “tirar de las orejas” a su hija, que cumplía años, para levantar los brazos y disfrutar a su manera de un día inolvidable.Izagirre ganó a lo grande, con un ataque en el último puerto, el Col de la Croix Rosier, a 32 kilómetros de meta, un golpe definitivo que le permitió abrir el camino de gloria hasta meta, ajeno a los perseguidores, que tuvieron que doblar la rodilla, impotentes para dar caza al ciclista vasco.
Segunda victoria española en tres días después de la firmada por Pello Bilbao en Issoire, doblete vasco, y segunda del Cofidis, que se presentó en Bilbao con una sequía de 15 años en el Tour. Izagirre rubricó su gran faena en 3h.51.42, a una media de 43,7 km/hora, y una ventaja de 58 segundos sobre sus inmediatos perseguidores, el francés Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies) y el estadounidense Matteo Jorgenson, de nuevo la baza, infructuosa, del Movistar.“Las fuerzas acompañaron y lo intenté de lejos. Ha sido muy emocionante, me acordé de mi hija, Iraia, que hoy –ayer– cumplia 2 años.
Es un regalo para ella”, dijo entre lágrimas Izagirre. El pelotón principal con los hombres de la general cruzó la meta a 4.14 minutos de Izagirre, sin cambios en la general en vísperas de la montaña.