Una lección de vida de Juan Carlos Unzué en el campus de Pep Guardiola en Rialp

Solo los aplausos de profunda admiración rompieron ayer la impactante lección de vida ofrecida por Juan Carlos Unzué, exportero de Osasuna, Barcelona, Sevilla y enfermo de Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), a los 200 niños y niñas que participan en el Pep Summer Camp de Rialp, que apadrina el técnico del Manchester City, Pep Guardiola. Durante algo más de una hora, Unzué arrojó luz sobre esta enfermedad degenerativa, que padece desde hace tres años, por ahora incurable y con una esperanza de vida de tres a cinco años, pero, sobre todo, invitó a los presentes en el acto a continuar adelante. “La vida merece la pena vivirla y disfrutarla”, dijo.

Deportista de élite durante 17 años y exentrenador de fútbol (pasó por Numancia, Celta y Girona y fue segundo de Luis Enrique en Vigo y Barcelona), Unzué vive postrado en una silla de ruedas. Desde entonces se encarga de dar visibilidad a la enfermedad. “Si alguien os dice que la vida es un camino de rosas, llena de derechos y sin obligaciones, os ha engañado”, les espetó a los niños, que seguían atentamente cada una de sus palabras.

“Pero también os digo que los momentos complicados me han dado la posibilidad de rebelarme, de sacar lo mejor de mí y de hacerme mejor persona. Ante un momento de dificultad lo único que podemos tener bajo control es la actitud con la que lo afrontemos. Me preguntaron al poco de diagnosticarme la enfermedad: ¿podrás ser feliz sentado en una silla de ruedas?.

Ahora os puedo decir que tengo muchos momentos de felicidad en mi vida y estar con vosotros es uno de ellos”, dijo emocionado. Durante toda la charla, Unzué no perdió la sonrisa ni transmitió un atisbo de pena. Todo lo contrario: todas sus palabras de lucha, entrega y visibilidad insuflaron aires renovados a todos los presentes.