Centenario y vida nueva

Algunos aseguran que el Club de Futbol Arbeca nació ya en 1919. De hecho, esta misma fecha está reivindicada en un programa de la fiesta mayor de hace cuarenta años. Pero a la Federación Catalana no le consta así.

Sus archivos la atrasan hasta 1923. En cualquier caso, el Centenario no llega en el mejor momento en Arbeca. Su primer (y único) equipo ha quedado penúltimo de Tercera Catalana y ha bajado a las catacumbas del fútbol territorial.

Ha sido, de hecho, una temporada para olvidar. Obligado a jugar todo el año en Juneda a causa de las obras de remodelación del campo municipal (y de sus pistas de atletismo), el club ha visto desaparecer los ingresos del bar y de la publicidad, y el número de socios ha quedado reducido a unos cuarenta (lo habitual son 70). Nueve jugadores no han renovado y el club tiene que asegurarse, al menos, media docena de fichajes para seguir adelante, además del entrenador, después de la retirada de Víctor Selma, que ha dirigido al equipo los últimos cinco años.Los cien años del CF Arbeca significan, además de una fiesta, una buena excusa para pasar página a estos tiempos difíciles.

“La efeméride debe ayudarnos a alentar el fútbol en el pueblo”, reclama el presidente Joan Gaya, que lleva cinco años en el cargo. El centenario no solo debe motivar a recuperar la categoría: “nuestro equipo pertenece, por historia, a la Tercera Catalana”, reivindica el presidente. La conmemoración brinda, además, la oportunidad de convencer a los jóvenes a sumarse al proyecto.

“Queremos gente del pueblo que se comprometa, que venga a pasarlo bien, a disputar los partidos con la cabeza bien alta y a recuperar la buena sintonía”, señala Gaya. La historia es una buena maestra. Los altibajos que ha sufrido el CF Arbeca para mantenerse vivo durante cien años han sido una constante y se han acabado resolviendo.

Lo testifican los hermanos Artur y Josep Garsaball que, por su veteranía, ostentan los carnets uno y dos del club. Ambos aseguran que ha habido momentos mucho más delicados que el actual. “Nuestra junta iba siempre con un zapato y una alpargata”, dicen recordando que debían pagarse muchos gastos de su bolsillo, como la gasolina de los desplazamientos.

“En aquellos años confiábamos que algún día nos devolverían el dinero”, recuerda con sorna Artur, de 83 años.El centenario del Arbeca da para mucho. Destacan perlas como la de mosén Josep Agulló, el párroco que, al llegar al pueblo en los años cincuenta, cambió el horario del rosario dominical para poder asistir a los partidos de liga. O de dos jugadores del Arbeca seleccionados para disputar las Olimpiadas Populares de Barcelona en julio de 1936.

Tuvieron que volver a casa por piernas por culpa de la rebelión franquista. O poco antes, durante la República, cuando coexistieron dos equipos de futbolistas que, por razones ideológicas, no se podían mezclar: por un lado, los ricos, católicos y de derechas del Casal, conocidos como la Peña Calavera; por otro, los pobres de izquierdas del Centro Republicano.Por el club de Les Garrigues han pasado hasta 500 jugadores, la mayoría nacidos en el pueblo. Pero hay muchos otros casos como el de Pepe Álvarez, un vecino de Cabrera del Camp a quien le tocó hacer la mili en el Turó de Gardeny a mediados de los setenta y que, gracias a un amigo, logró jugar dos temporadas en el Arbeca como extremo izquierda.

Aún ahora recuerda la rivalidad con equipos como los de Juneda. “El campo se llenaba siempre hasta los topes”, asegura, “y a menudo había tanganas”. El equipo ha vivido algunos ascensos, el último, en 2010.

Pero nunca ha pasado de Tercera Catalana. En la temporada 2015-16 alcanzó la quinta posición, como uno de sus máximos logros. “Aquellos fueron buenos años”, recuerda el entonces presidente Ramon Boldú, que lamenta la falta de compromiso de los jóvenes de hoy.

Con la celebración del centenario, un campo remodelado que permitirá celebrar partidos nocturnos y una intensa campaña de promoción, el club confía en reflotar el club y reivindicar el lugar histórico que le pertenece.

Uniforme íbero para la efeméride

El artista local Ivan Egea ha sido el encargado de diseñar el uniforme que el equipo de Les Garrigues lucirá la próxima temporada para conmemorar su centenario. Con la Senyera cuatribarrada en posición horizontal, destacarán impresas las letras del alfabeto íbero, en clara relación al pasado histórico del municipio, vinculado a la fortaleza íbera dels Vilars.El CF Arbeca celebra su centenario al mismo tiempo que clubes leridanos como Torrefarrera, Agramunt, Alcarràs, Artesa de Segre, Artesa de Lleida y la Fuliola.

Todos sus representantes ya fueron homenajeados por la Federación Catalana en su última asamblea. El acto culminante del centenario será un triangular amistoso en el que están invitados los dos clubes que han acogido al Arbeca en los últimos años por dos razones distintas: Juneda (durante las últimas reformas del campo) y el Borges (por los destrozos del Dana en 2019). “De esta forma queremos mostrarles nuestro agradecimiento”, explica Joan Gaya.