Fiesta para las campeonas

Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), pidió ayer unas tímidas disculpas tras el revuelo generado por el beso en la boca que le dio a la jugadora Jenni Hermoso durante la entrega de medallas tras ganar el título mundial en Sídney. En un vídeo enviado a los medios por la RFEF, Rubiales declaró que “hay un hecho que tengo que lamentar y es todo lo que ha ocurrido entre una jugadora y yo, con una magnífica relación entre ambos, y donde, pues seguramente, me he equivocado. Lo tengo que reconocer, porque en un momento de máxima efusividad, sin ninguna mala intención, sin ninguna mala fe, ocurrió lo que ocurrió”.

El presidente lanzó este mensaje después de que numerosas autoridades pidieran su dimisión durante la mañana y el domingo por la noche. Una de ellas fue Anna Caula, secretaria general del Deporte de la Generalitat de Catalunya, que tachó de “inadmisible” el beso. Posteriormente, la diputada del PSOE Adriana Lastra también declaró que Rubiales es “un impresentable que debería dimitir hoy, por insultar y vejar a medio país” por sus acciones y posteriores justificaciones.

En la misma línea se había expresado previamente el ministro de Cultura, Miquel Iceta, quien ha pedido al presidente de la RFEF que pida disculpas y de explicaciones sobre lo sucedido al consideralo “inaceptable”.La portavoz parlamentaria de Sumar, Marta Lois, también criticó la actitud de Rubiales, pidiendo su dimisión. “Este tipo de comportamiento sexista hacia la jugadora española Jennifer Hermoso es intolerable. El señor Rubiales debería dimitir.

Una vergüenza”, escribió en redes sociales, un mensaje compartido a su vez por la secretaria general de la formación y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, que, una vez publicadas las disculpas de Rubiales, insistió en pedir su marcha como presidente federativo.La líder de Sumar pidió además el “cumplimiento” de la Ley del Deporte y activar los protocolos de la Federación sobre actos sexistas para forzar su salida del cargo. “Seguimos pidiendo la dimisión de Rubiales, que ha vejado y agredido a una mujer. Sus excusas no sirven en absoluto”.

El protocolo de actuación frente a la violencia sexual de la Real Federación Española de Fútbol también establece que contactos físicos como “atraer con el brazo con el intento de besarles” o “besar a la fuerza” deben ser considerados “situaciones, actitudes y comportamientos relacionados con la violencia sexual”.La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, también reclamó ayer en Twitter que “tenemos derecho a vidas libres de violencias machistas”, después de pedir la dimisión de Rubiales pocas horas después de la final.

Miles de personas celebran el Mundial con las jugadoras en las calles de Madrid

La selección española femenina aterrizó ayer a las 21.18 en el aeropuerto de Barajas y, desde allí, se dirigió en autobús hacia el centro de Madrid. Allí, miles de personas se lanzaron a las calles para celebrar el título, en una fiesta que culminó en Madrid Río, donde esperaban más de 20.000 personas.

Tras un largo recorrido, las jugadoras salieron al escenario pasadas las 12 de la noche y, durante la presentación de las jugadoras una por una sonó la canción en catalán Coti x Coti, de The Tyets. Las más aclamadas por el público fueron Alexia Putellas y, sin duda, Olga Carmona, goleadora en la final y que asistió a la celebración pese al fallecimiento de su padre y fue manteada por su compañeras.

Quiñónez rectifica y tacha de “repugnante” el beso

El concejal de Deportes de la Paeria emitió ayer por la tarde un comunicado en el que calificó de “hecho intolerable” el beso de Luis Rubiales a Jenni Hermoso y condenó “la actitud del señor Rubiales”, después de que por la mañana, durante el transcurso de una tertulia en UA1, declaró que “no lo podemos sacar de contexto” y “no sabemos la relación que tienen las jugadoras con el cuerpo técnico, no nos dejemos llevar por las redes sociales”.Poco después, en Twitter, ya rectificó y dijo que “las acciones del señor Rubiales son indefendibles y repugnantes”.

En el comunicado posterior, “asumió” y “lamentó” su falta de contundencia.Las declaraciones despertaron la condena del grupo de Esquerra Republicana, que las tachó de “normalización de la violencia y el machismo por parte del concejal de Deportes”. Además, la CUP pidió su “dimisión por blanquear y normalizar el machismo”.Además, la concejal de Feminismos de la Paeria, Carme Valls, recalcó que “si no hay consentimiento, es una agresión” y pidió la inmediata dimisión de Rubiales.Por otra parte, el grupo municipal de ERC criticó la venta de “bebidas alcohólicas” durante la ‘Fan Zone’ en el Mercat del Pla, “en un acto con menores de edad y que se hace por la mañana”.