FÚTBOL CUARTA CATALANA
Arranca el fútbol más modesto
La Cuarta Catalana se pone en marcha este fin de semana con dos grupos para Lleida, algo inédito desde hace 7 campañas
Seis equipos se incorporan a la competición y el Torres de Segre la deja
El fútbol territorial leridano completará su puesta en marcha este fin de semana, con el inicio de la Cuarta Catalana. Como novedad, la categoría más baja en la pirámide de las competiciones regresa a los dos grupos leridanos, algo que no sucedía desde la temporada 2016/17, cuando se formó un grupo con 10 equipos y otro con once.
Para esta campaña, el número de competidores leridanos en la categoría aumenta desde los 16 hasta los 23, distribuidos en un grupo de 11 equipos (el 26) y otro de 12 (el 27). Los movimientos han sido muchos, ya que fueron hasta cuatro los equipos que ascendieron a Tercera Catalana: AEM, Gimenells, Pinyana y Magraners, estos dos últimos para cubrir dos vacantes.Así, el gran aumento de equipos se explica porque descendieron seis equipos desde Tercera y otros seis son nuevos en una categoría en la que la única renuncia ha sido la del Torres de Segre. El Sant Ramon es el club que regresa después de un mayor tiempo inactivo, ya que no competía desde hace 15 temporadas, pero otros conjuntos como el Bellvís o Gardeny también vuelven a competir después de mucho tiempo sin hacerlo –desde 2015 y 2016, respectivamente–.Las novedades se completan con la reactivación de los filiales del Balàfia y el Calaf (agrupado en el grupo leridano pese a ser de la provincia de Barcelona y que su primer equipo también juegue en dicha demarcación) y el regreso del Sant Guim, después de no competir la pasada temporada.Tanto este último equipo como el Sant Ramon regresan disputando sus partidos en un campo de tierra, como también hace el Alfés, club que cumple esta temporada su centenario con la ilusión de hacer una buena campaña y poder convertirse en uno de los equipos punteros del grupo 26.
Así lo expresaba uno de sus capitanes, Joel Calderó, quien destacaba que “hace años que, por suerte, mantenemos el mismo grupo y lo que queremos es hacer un buen año y, si puede ser, acercarnos al ascenso”, aunque reconocía que “jugar en un campo de tierra es una cosa que a veces echa un poco atrás a la gente, pero una vez que lo prueban normalmente no le ven problema”.
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