RUGBY REPORTAJE
Del Inef al Carcassone
Martí Cabré, de 16 años, juega en el equipo sub-18 del club francés
Superó unas pruebas tras formarse desde los 5 años en el equipo de la Caparrella
Martí Cabré se eleva en una ‘touch’, forma de reiniciar el juego cuando el balón cruza la línea de fuera.
En Francia, sobre todo en el sur, el rugby es el deporte preferido por excelencia. En cada pueblo, por pequeño que sea, ver un campo de rugby es lo habitual y tan básico como el edificio del ayuntamiento y la iglesia. De ahí que el leridano Martí Cabré-Verdiell Picas, de 16 años, quisiera experimentar en el país vecino, concretamente en el US Carcassone, esta pasión por el balón ovalado. Su plan era seguir con los estudios de Bachillerato en Francia y, al mismo tiempo, poder progresar en el deporte al que le aficionaron su padre, de nombre también Martí como él, y su madre Anna, ya que ambos jugaron en el Inef. “No dudé en irme a jugar a Francia, ya que mejora el nivel de rugby, además conocer más personas, lugares y un nuevo idioma”, explica este joven afincado en Alcoletge, que desde los 5 años ha pasado por las diferentes categorías de edades del Inef Lleida Rugby Club.
“Comencé cuando los más pequeños ni siquiera jugábamos en el campo de rugby del Inefc, sino que practicábamos en las pistas de Les Basses. Luego fui pasando etapas y he llegado a estar en la selección catalana de mi categoría”, señala Martí Cabré. La oportunidad de ir a Francia le surgió a principios de este año cuando unos compañeros de Barcelona, cuyos padres son amigos de los suyos, le comentaron la posibilidad de hacer unas pruebas por el Carcassone. “Nos presentamos a las 9 de la mañana de un día de marzo a hacer las pruebas. Hubo de todo tipo, desde ejercicios de fuerza, melés y placajes hasta comprensión del juego. Y nos cogieron”, sonríe con satisfacción.El US Carcassone, un club histórico de Francia, tiene como máximo éxito en su palmarés haber sido campeón de la Segunda división francesa, pero en su estadio suele reunir hasta 10.000 espectadores cada partido, una cifra a tener en consideración para una población que no supera los 50.000 habitantes. Martí Cabré forma parte del equipo que disputa la competición Crabos, destinada a jóvenes menores de 18 años y denominada así en honor de René Crabos, un mítico jugador de rugby francés. “Aquí el rugby está a otro nivel, muy desarrollado, pero no me veo dedicándome a este deporte. Solo quiero aprender el idioma, vivir la experiencia y mejorar mi juego”, concluye.
