Derrota frustrante

El Lleida Handbol perdió ayer ante el Errotabarri por 27-29, a pesar de una muy buena primera mitad, que acabó con un parcial de cinco goles a favor para las locales. Sin embargo, acabaron cediendo tras el descanso ante un conjunto vasco que llegó invicto al duelo y que remontó el partido gracias a su experiencia en los momentos decisivos del tramo final.

El encuentro empezó con un Lleida Handbol muy concentrado y con una gran intensidad. Las leridanas demostraron su gran competitividad en una primera mitad en la que fueron claramente superiores a las rivales, realizando un juego muy completo, tanto en ataque como, sobre todo, en defensa. Esto le valió al equipo de Iban Raigal para llegar al descanso con una cómoda diferencia de 5 goles a favor (18-13).En la segunda mitad, en cambio, el rumbo del partido viró hacia las visitantes. Un Errotabarri con más madurez supo aprovechar las dudas de unas leridanas más inexpertas, para ir remontando el partido poco a poco, hasta llegar a empatar en el ecuador del período (21-21). Tras unos instantes finales apasionantes, las vascas superaron a las leridanas, que no consiguieron aguantar el resultado a favor y terminaron con una dura derrota, fruto de una mala segunda parte (27-29).El entrenador del Lleida Handbol, Iban Raigal, se mostró visiblemente afectado tras la resolución del encuentro. “En la primera mitad hemos sido muy solventes, pero tenemos que analizar qué ha pasado en la segunda”, explicó. Además, reconoció que “el crecimiento pasará por entrenar. Tenemos que madurar y aguantar el ritmo del partido”.