LOS DETALLES
Reacción a tiempo
El Mollerussa se mantiene intratable en casa al sumar la tercera victoria consecutiva gracias a dos goles en los últimos cinco minutos
El Castelldefels equilibró el 2-0 con el que se llegó al descanso pero los cambios en la segunda parte fueron decisivos
El Mollerussa se mantiene intratable en su feudo y ayer sumó la tercera victoria consecutiva como local gracias a dos postreros goles que tumbaron a un combativo Castelldefels (4-2).
Ni los más optimistas esperaban ver hasta seis goles en un partido que enfrentaba a dos de los equipos menos goleados de la categoría. El partido empezó con un dominio claro de los de Jordi Cortés, que sirvieron hasta cinco saques de esquina, en uno de los cuales Fernández reclamó penalti. Además, el Mollerussa botó tres faltas peligrosas desde la frontal, una de ellas ejecutada por Soldevila que obligó a Antonell a realizar su primera parada de mérito del encuentro. A partir de la media hora de juego, el duelo cambió y los visitantes intentaron estirarse con el balón e incluso gozaron de algún acercamiento peligroso que obligó a trabajar a Puiggròs. Pero con la subida de líneas, el el equipo de Cortés encontró más espacios para las transiciones y en una de ellas consiguió el primer gol del partido.Adri Fernández controló un balón filtrado a la perfección por Guillem a tres cuartos de campo, asistió al espacio a Soldevila que, con un gran control, se quedó solo ante Antonell para batirlo por bajo con un disparo cruzado con la pierna izquierda. El tanto hacía justicia a los méritos de los del Pla, más incisivos en este inicio del encuentro. Cuando parecía que se llegaría al descanso con 1-0, Soldevila sirvió el enésimo córner de la primera parte directo a la cabeza de Adri Fernández, que con un ligero movimiento de cuello envió el balón al fondo de la red de la portería del Castelldefels para situar justo antes del descanso el 2-0. Con la ventaja, se esperaba una segunda parte con dominio local, pero sucedió todo lo contrario. El Castelldefels empató el partido en dos jugadas idénticas, dos servicios a balón parado desde el perfil izquierdo de su ataque, servidos ambos magistralmente por Acedo con la zurda que fueron rematados por Cano, en el 52, y por Fabio, en el 65, para poner de nuevo las tablas en el marcador ante la incredulidad del público.El partido se endureció y se vieron acciones peligrosas que el colegiado cortó mostrando las primeras tarjetas. En el minuto 81, Jordi Cortés movió el banquillo buscando un revulsivo y puso en juego a Puig y Lamin. La decisión no le pudo salir mejor. En el minuto 85, Lamin, que se estrenaba esta temporada con el conjunto del Pla d’Urgell, encontró una línea de pase inverosímil para dejar solo a Jofre Graells, que también hacía poco que había entrado en el campo. El delantero no se puso nervioso y, ante la salida del meta Antonell, realizó una finta con el cuerpo para dejarle en el suelo y prácticamente conducir la pelota hasta dentro de la portería, acción que enloqueció a la grada del Municipal, muy activa durante todo el partido.Con poco tiempo para saborear ese tanto, el propio Graells entró en el área en una acción de lucha y cuando parecía que se le escapaba el balón, se tiró al suelo para mantener el control y mientras se levantaba vio el pase atrás para Puig, que no dudó y cruzó el balón con la pierna derecha fuera del alcance del guardameta. El gol finiquitó un partido loco que el Mollerussa logró salvar en un gran final de segunda parte para sumar su tercera victoria y mantenerse en las posiciones altas de la tabla clasificatoria.
Jordi Cortés estaba ayer encantado de la primera parte de su equipo. “Hemos hecho una primera parte ejemplar, modélica, muy sólida, defendiendo fuerte, siendo creativos y generando en ataque”, apuntó. Eso sí, el técnico leridano se mostró contrariado por los dos goles recibidos a balón parado. “Hemos defendido de una manera horrible y tenemos que revisar estas dos acciones, pero por suerte nos hemos llevado los tres puntos”, dijo.
“Con el empate teníamos la opción de jugar a salvar un punto, pero éramos conscientes de que ahora nos vienen dos partidos consecutivos fuera de casa y hemos decidido arriesgar y meter a gente de refresco en ataque para ir a por la victoria”, puntualizó. Cortés fue irónico sobre lo que pensaban y lo que al final sucedió. “Antes del partido creíamos que sería de cero a cero, y mira, seis goles. Al descanso creíamos que con el 2-0 el partido estaría controlado, y al final es el día que más goles anotas y ganas de forma más tranquila”, apuntó.Preguntado sobre el nivel de los jugadores de banquillo, que ayer fue determinante en la remontada, Cortés dejó claro lo que pide. “Siempre esperas que cuando entran en el campo, ya sea para 20, 30 o 45 minutos te den mucho nivel y hoy –ayer– lo han hecho, aunque no era nada fácil”, comentó.